Serás legalmente mi esposa...
Silvia, se sintió conmovida por la ternura de estos dos niños, pero también sorprendida, ante la petición que le hicieron, quería un hermanito. Y probablemente, si se acostaba con este hombre, vendría uno, aunque ella tendría mucho cuidado de embarazarse, de un hombre a quien no amaba. Era demasiado hermoso tener a éstos dos ángeles tan tiernos, como sus hijos, ellos habían estado tanto tiempo sin ver a su madre, que ahora que la tenían a ella, no querían dejarla escapar. No importaba lo que sucediera entre Hafid y ella, nunca abandonaría a estos niños, mientras no pudieran comprender que ella, no los había tenido nunca en su vientre. Silvia los abrazó con ternura, y los llevó hasta el salón de juegos, ellos que ya habían visto el vestido blanco, sobre la cama, le preguntaron. —Mamá, ¿no te gusta el vestido que te regaló papá?— preguntó Amira. — ¿Porque piensas eso?— dijo Silvia— además, ¿de qué vestido estás hablando? — Del que estaba sobre la cama— dijo Farid— ¡Es hermoso mam
Leer más