Todos los capítulos de Una madre para mis hijos, una esposa para mí: Capítulo 11 - Capítulo 20
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Conociendo a la familia de Hafid
Sylvia, lo miró con una expresión que Hafid no pudo definir, pero sintió que de alguna manera había penetrado un poco, la capa de desprecio que sentía la muchacha en el corazón hacia él. Los niños despertaron después de una hora; dos horas después, viajaban hacia la casa, donde vivía la madre de Hafid y su hermana, quién era menor que él. Sylvia había elegido un traje de tres piezas; blusa de seda estampada en azul, chaqueta y pantalón azul eléctrico, hacía que el color de los ojos de ella se vieran más hermosos, al igual que su cabello rojizo, perfectamente peinado. Realmente, nadie al verla, diría que esta chica se había criado en un orfanato, sin saber siquiera quién era su familia, aunque ahora no necesitaba una familia, tenía dos hijos y un marido multimillonario, alguien que le había dado su apellido de verdad. Y aunque algún día, vivieran separados, ella seguiría usando ese apellido, se sentía muy segura ahora; muy pronto vislumbro la casa de la madre de su esposo, era u
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¿Puedes ayudarme a olvidar?
En la noche se despidieron de la madre y la hermana de Hafid, habían pasado unas horas bastante relajados, él habló de sus travesías durante esos dos años que estuvo ausente y Sylvia también escuchaba interesada, al final, ella conocía muy poco de su esposo. Al llegar a casa, Sylvia se dió cuenta que también era una hermosa edificación, iluminada en la noche era imponente a la vista desde afuera, esa noche había llegado tan cansada que solo quería dormir. Al entrar a la sala que esa noche ni siquiera había notado estaba hermosamente decorada, estaba llena de lujos que en sus más locos sueños ni siquiera pudo haber imaginado.Era suntuosa la casa, las habitaciones y en cada estancia se respiraba opulencia y buen vivir, no podía negar que su suerte había cambiado del cielo a la tierra al haber leído aquel anuncio en la prensa. Llevó a los nos a sus habitaciones y los preparó para dormir, minutos después entraba a la habitación, Hafid no se veía por ningún lado. Se metió al baño y d
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Ahora entiedo tu amargura
Sylvia se quedó unos instantes en silencio y dijo:— Todo, lo que esté en mis manos haré para que puedas sacar ese dolor que te quiere destruir— dijo Sylvia. — Eres una buena mujer—dijo él—ahora solo quiero dormir, no he dormido mucho, solo tomé dos botellas de Whisky, pero no estoy borracho. — Una botella de licor es bastante no puedo imaginar dos y los niños se preocuparon por verte en ese estado tan deplorable— dijo ella. — ¡Lo siento!— dijo él— ¡Gracias, por acomodarme en la cama! — Ahora duerme iré a vigilar y ver si los niños, también se durmieron— dijo ella. Él sonrió, aunque más que sonrisa, parecía una mueca, Sylvia salió y una vez afuera pensó: "¿De qué se trataba aquello que estaba viviendo? Ella era una mujer llena de compasión y con vocación de servicio. Cuando conoció a Hafid, el antagonismo que sintió fue de inmediato, solo le inspiró desprecio, su manera de mirarla la hizo sentir peor que una cucaracha. Luego el que le hablará, con ese aire de prepotencia lo q
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Confidencias de un borracho...
HAfid, se quedó pensando, permaneció callado por unos minutos; Silvia, tampoco dijo nada, también estabapensando.— ¡Me imagino que piensas, que soy un desastre de hombre, ¿verdad?— dijo él. — No imagines nada— dijo ella— no estoy pensando en nada de eso, sé que viviste una tragedia, pero ya eso es parte del pasado, te fuiste bien lejos buscando alivio, ¿Y cuándo regresas? ¿Qué es lo primero que haces? ¡Busca meterte, nuevamente a revivir los hechos que te hicieron tanto daño,—Sí, tienes razón— dijo él— fue una idiotez de mi parte, ir hasta esa casa que está lleno de amargos recuerdos para mí.— Escúchame algo Hafid, si realmente deseas que te ayude, entonces— dijo Sylvia— vas hacer todo lo que yo te voy a indicar para que puedas salir de esta situación. — ¿En serio? ¿Tú crees que puedas ayudarme a olvidar toda la basura que viví con Rachel, Sylvia?— preguntó con un hilo de esperanza en su voz. — Te lo prometo, te aseguro que vamos a salir de esto, voy ayudarte,— prometió ella—
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¿Ahora, ésta será tu vida?
Hafid prometió ser más cuidadoso en su manera de comportarse en el futuro, Sylvia le creyó, no tenía porqué dudar de él, pero las confesiones de él se quedaron grabadas en su corazón. Él, volvió a ser el tipo hosco y amargado apenas se le pasó la borrachera, su hablar áspero volvió, ella se sentía más segura de sí misma al ver a este hombre como lo había conocido siempre, el otro era más vulnerable, y no sabía cómo manejar muy bien la situación. —¿Puedo saber porque te emborrachaste? preguntó— ella con cautela. Éste se quedó mirándola con recelo y al final dijo:— Nostalgia quizás, pero ya estoy bien, necesito trabajar, ten un buen día— dijo él— y salió de la habitación. Sí, pensó: "definitivamente este era otro hombre, aquel borracho, clamaba por ayuda, este no la necesitaba, se alzó de hombros, y fue a ver a sus niños, ellos si le interesaban, el padre que se hundiera junto con toda su amargura. Los niños al ver a Alyssa, saltaron de la cama, se sentían llenos de energía com
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Una vida de desastre
Los niños, se sentían muy animados por tener una salida con sus padres, Hafid le dijo a Sylvia que primero irían a comer cosas ricas y después iban a disfrutar en un parque de atracciones, para que los niños pasarán el tiempo divirtiéndose. Pasaron toda una tarde disfrutando como familia, habían decidido pasar un momento en un centro comercial, para así hacer algunas compras. Habían hecho todo un recorrido y estaban ya de regreso cuando Hafid, fue abordado por una mujer hermosamente formada, que se acercó con aires de querer atrapar a una presa—¡Hola querido! No sabía que estaba por estos lares— dijo la mujer. — Hola Jessica, hace poco regresé— dijo Hafid. Sylvia se encontraba distraída viendo una vidriera en exhibición con los niños. — Entonces fijemos una cita, necesitamos vernos, deseo recordar viejos tiempos querido, y pasarla bien rico— dijo ella. — ¿Por qué no?— dijo él— ¿Qué te parece el viernes? Anotó el número de la tal Jessica y se despidió con un beso en la mejilla
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Extraño sentimiento
Ella, cabeceó afirmativamente, pero tenía la mirada llena de temor. — Nada pasara, solo estoy preocupada por mi esposo, y necesito buscarlo;— dijo ella— ¿puede llevarme? —¿No me meteré en problemas con el señor Aziz?— preguntó la mujer— No, te garantizo, que todo estará bien, hazme él favor de anotar acá la dirección— dijo Sylvia.La mujer rasgó una dirección con su puño y letra, y se lo dio a Sylvia, ésta le pidió al chofer que la llevara a la dirección que le había anotado él ama de llaves. Salieron hacia el lugar donde estaba la casa, que estaba a una hora de allí, él chofer también, estaba bastante nervioso.— ¿Conoces el lugar donde está la casa? —preguntó Sylvia. — Sí señora, yo llevé al señor anoche, me pidió, que no volviera hasta que me llamara— dijo él— le aconsejo que mejor espere. — Yo te garantizo, que nada pasara— prometió Sylvia. Llegaron a una casa, que era espectacularmente hermosa, estaba en una hermosa zona residencial, bajaron del auto, había otro coche allí
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Por lo menos, razonas...
Al fin llegaron a casa, entre chofer y algunos de los empleados ayudaron a cargar a Hafid hasta la casa, llevarlo hasta la habitación y colocarlo en la cama, para que pudiera dormir, Sylvia les pidió nuevamente que por favor, no comentaran nada, ni siquiera entre ellos, no quería problemas con su esposo. Después de tener a Hafid dentro de la casa, ella se sentía más tranquila, pobre hombre ¡Cuánto estaba sufriendo, por su primera esposa, necesitaba enfrentarlo y ver cómo podía ayudarlo! Ese día, su esposo durmió de largo, hasta el día siguiente, cuándo él abrió los ojos, el dolor de cabeza era infernal, casi no podía ver la luz del sol por cómo le afectaba la visión. Silvia, qué se había levantado bien temprano, ya había desayunado y preparado a los niños para ir al salón de juegos, estaba sentada al lado de la cama, en espera de que Hafid, abrirá los ojos. — Hola,¿Cómo te sientes? Aunque la pregunta es tonta, porque me imagino que debes de sentirte terrible, aquí tienes un c
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Aparecen los abuelos maternos...
— ¡Si señor, me llamó como me prometió, recuerdo que me dijo: "Cuando esté listo me vienes a buscar. " Cuando recibí su llamado vine, — dijo el chofer— eso sí, tuve que meterle el hombro para poder llevarlo hasta su casa, luego al llegar allí, lo llevé hasta su habitación, me alegra verlo hoy bien. — Tendrás una bonificación extra en tu pago este mes— dijo Hafid— ¿Qué dijo Jéssica? — A la señorita le llamé un taxi, como usted me dijo, estaba borracha para conducir, aun su auto está acá— dijo el chofer. — Si ya lo vi, voy a llamarla para que venga a buscar su automóvil— dijo Hafid— eso te hará ganar otra bonificación. —¡Gracias señor! Eso no es necesario, estoy haciendo mi trabajo— dijo el chofer. — Tranquilo, yo sé lo que hago— dijo él. Luego entró en la casa con Sylvia, le mostró cada habitación, ella abrió los clósets, empezó a sacar toda la ropa, que había de la primera esposa de Hafid. —¿Qué estás haciendo?— le dijo él. — ¡Sacando todo el pasado de tu vida, te dije que íba
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La inteligencia de Amira y Farid.
Hafid se quedó mirando a Sylvia después de unos instantes dijo:— ¿Aceptarás la idea de ellos, de hacerse pasar por tus padres, sólo para justificar que ellos son los abuelos de los niños?— preguntó Hafid. — Realmente, nosotros no necesitamos decirle a los niños, que ellos son mis padres, solamente decirles que son los abuelos, si los niños preguntan, se les da una información congruente, pero creo que no habrá problemas por los momentos— dijo Sylvia. — Sí tienes razón, ahora ellos son de muy poco razonamiento de quiénes son su familia y porque serán sus abuelos y después ya más grande se les explica porque son familia— dijo Hafid. — Sí, así que démosle la oportunidad de todas maneras, las visitas deben de ser vigiladas— dijo Sylvia— pueden cometer imprudencias. — Me parece muy sensato, porque no queremos que en una de esas, vengan a hablarle acerca de Rachel, no quiero que se aprovechen— dijo Hafid— no son gente confiable. — Entonces quedamos así, les diremos cuáles son las c
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