Alex abrió los ojos, y Larissa estaba ahí, a su lado, ella dormía, él acarició su oscuro cabello, y ella despertó, levantó la mirada, encontró sus ojos y sonrió con dulzura. —¡Alex! Dios mío, temí que te pasara algo malo, dime, ¿Estás bien? —exclamó con esperanza, al verlo mejor Él sonrió, no podía dejar de ver su bello rostro adormilado —Sí, estoy mejor, solo fue un roce. —Tuviste fiebre, pero no es lo peor. Él miró la pistola sobre su mano, ella durmió con esa arma, de puro temor —¿Qué pasa? —exclamó quitándosela —¡Braulio está aquí! Tomó la mansión y las tierras, es como si fuera un maniaco, tiene a los trabajadores secuestrados, les ha hecho trabajar toda la noche, dice que Aaron fue secuestrado por los Robín, y que lo han matado —Larissa sollozó Alex la abrazó, pero lanzó un quejido de dolor, ella fue por el botiquín, para limpiar su herida, él aún no era tan fuerte. Ella limpió su herida, pudo observar su fuerte pecho, sintió que sus mejillas enrojecían, limpió bien, y v
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