Larissa salió de su alcoba iba por un vaso con agua, bajaba la escalera, levantó la vista y vio a Alex Donovan, que aseguraba las puertas de la mansión, él vivía en una pequeña casa, dentro de la propiedad Greene, pero, a veces, también dormía en la casa, ella le sonrió al verlo, en ocasiones, Larissa se embelesaba con su presencia, le gustaba desde la primera vez que lo vio, era como su amor platónico e imposible de cumplir. De pronto, escucharon un fuerte grito, ambos se miraron con temor, el grito era de Lana, y seguía gritando, Larissa fue la primera en subir la escalera y entrar a la alcoba, Lana estaba en medio de la habitación, quejándose de un dolor en su pierna. Larissa la miró atónita, pero Lana señaló a una serpiente, Larissa gritó, y Alex entró, observó a aquella serpiente, —¡Me mordió! —exclamó Lana, con la voz rota, sollozando, quejándose del gran dolor, Alex sabía que era muy venenosa, y pidió a Larissa que no se le ocurriera acercarse. Aaron llegó de inmediato —¡¿Q
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