«Señora Turner, está embarazada, felicitaciones».Las palabras del doctor confirmando lo que ya sabía la estaban volviendo loca porque Alexander le había dicho con mucha claridad que no quería otro hijo.—Tiene dos meses de embarazo, se ha demorado mucho en venir. —El doctor la miró y Diana supuso que se percató de lo nerviosa que estaba porque no dejaba de frotarse las manos—. ¿No es la noticia que esperaba?—No, claro que no, quiero decir que sí, por supuesto. Me alegra mucho estar embarazada, siempre he querido una gran familia. Ya tengo tres hijos, ¿sabe? Bueno, dos no son míos, pero como si lo fueran, los amo como si los hubiera parido yo, pero son dos diablillos. Si viera, una vez me amarraron… Estoy hablando demasiado, ¿verdad? Suelo hacerlo cuando me encuentro muy nerviosa.—Señora Turner, no es por meterme en lo que no me llaman, pero al venir sola me da a entender… Hum, lo que quiero decir, tal vez este embarazo no sea de su esposo y por eso los nervios. Debe saber que lo qu
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