Como era posible que ya se hubiera ido, si claramente le había ordenado que no saliera del lugar, cuando diera con ella tenía que enseñarle que debía obedecer, miró la larga calle, por donde debía comenzar para ir de tras de ella;—¿Hace cuanto salió? — preguntó con cierta molestia, pero también con preocupación, pues si la persona que había mandado la amenaza, al fin pudiera cumplirla, teniendo en su poder a Arantxa.—No hace más que quince minutos, una mujer vino por ella, dijo que venía de su parte— frunció el ceño, él no había mandado a nadie a recoger a Arantxa, y mucho menos a una mujer. —¿Cómo es esa mujer? — cuestionó para tener alguna pista de esa mujer.—Morena, de cabello corto y negro, piel muy suave, era delgada, y alta, era una persona muy amable— abrió los ojos, la descripción que le había dado encaja perfectamente en Valentina.—Muchas gracias madre, con permiso— no entendía porque Valentina, se había llevado a Arantxa, de camino a su auto busco el número de su amiga
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