Creía que nunca volvería a sentir ese dolor tan grande, pero ahí estaba, carcomiendo su alma, provocando lágrimas de sufrimiento al saber que su vientre estaba vacío, tenían que estar equivocados, debía ser un sueño del que no podía despertar, de pronto sintió los brazos de Leonardo que la envolvía con su calidez, quería apartarlo, no quería que sintieran lástima, ni tampoco quería ser consolada, ella quería volver el tiempo atrás y no estar en ese lugar cuando el auto explotó, quería sentir a su hijo en su vientre.—¡No! ¡no puede ser verdad! — gritó con desesperación— mi hijo no puede estar muerto— las lágrimas de Leonardo mojaban su bata, él también estaba llorando, al percibir su sufrimiento se dejó abrazar por él, lo abrazó con fuerza, comprendía que no estaba pasando por eso sola, que Leonardo estaba con ella. Dejó de gritar, pero no dejó de llorar, no cuando él dolor se instalaba en su corazón, ninguna madre estaba preparada para perder a un hijo que esperaba con todo el coraz
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