Leonardo se estacionó delante de la casa donde los hombres de Diego lo habían visto entrar, revisó por última vez su celular, le había pedido a su primo que le informará si Devon salía de la casa antes que ellos llegaran, ya iba de gane pues no había recibido ninguno hasta ese momento. Tomó la mano de Arantxa que no pudo convencer que se quedará en la casa de seguridad junto a Diego, temía que estaba jugando con fuego, pues tantas salidas ponían en riesgo a Arantxa, si alguien los descubría sabrían de nuevo donde se encontraba. —¿Te sientes nerviosa? — durante el camino había gobernado el silenció, y cuando permanecía así, era porque algo la inquietaba, no sabían que podrían encontrar, temía que lo que escondiera ahí Devon le causara un gran dolor, por eso insistió en que se quedará, le había jurado que no le escondería nada, pero ella no dio su brazo a torcer. —Si, no sé qué podamos encontrar— observaron la casa, que era de dos pisos, con un amplio jardín al frente, a un lado de
Arantxa miró fijamente al niño que se encontraba detrás de Devon y la amante de Steven, sin poder contener sus lágrimas comenzaron a salir al reconocer quien era, su corazón de madre comenzó a latir con fuerza, sin poder creer que delante de ella estaba su hijo, él que fue arrebatado cruelmente de sus brazos. Se acercó lentamente queriendo tomarlo en sus brazos y darle aquel abrazó que le fue negado por tantos años, pero su mano se quedó suspendida en él aire, al pensar que no sabría cómo podría reaccionar, que no sabía que pudieron haberle dicho de ella, recogió su mano, y con voz temblorosa habló.—¿David? — fue lo único que pudo decir mirando al pequeño a los ojos, él sonrió al escuchar su nombre, su corazón dio de nuevo un brinco de júbilo— ¿te llamas David?—Si, usted quien es— no sabía que responder, miró con odio y dolor a Devon porque de nueva cuenta le había mentido, él juró que no sabía nada de su hijo y él lo tenía en su poder— tía quien es la señora…— preguntó a la mujer
Arantxa lamentó lo que esa mujer Allison había sufrido a causa de Ann, tal vez ese hubiera sido su destino, si ella estuviera embarazada, pero por desgracia había perdido a su hijo, algo que aún no podía superar.En cuanto escucharon su petición no tardaron sus protestas por parte de los dos, Allison comenzó a llorar con más pesar, a lo contrario de Devon que parecía molesto, ninguna palabra que dijeran la haría cambiar de opinión, ahora que tenía la posibilidad de tenerlo con ella no la dejaría pasar por nadie, era su hijo y él debía estar con ellos, con sus padres. —Hija es mejor que dejes aquí a David— escuchó que decía Devon con angustia— por un tiempo, puede ser traumático para un niño de su edad ser separado de las personas con la que ha vivido.—Tal vez tengas razón, pero quiero a mi hijo conmigo, no puedes entender que por culpa de ustedes no le tenido todos estos años— los miraba con reproche— y por favor Devon deja de llamarme hija.—Por favor no me quiten a mi niño— Alliso
Se encontraba al borde de la desesperación, sin tener una sola pista de Arantxa, ni de quien se la había llevado, por primera vez quería destruir al mundo si no le era de vuelta ella, la mujer que tenía su corazón, sin ella no podía dormir, ¿cómo? si no sabía que le estaba pasando, temía cada vez que sonaba su teléfono, pensando que él agente Ramson llamará para darle la peor noticia de su vida. Aquel día cuando bajo con David, vio la entrada de la casa destrozada, se había vuelto inseguro para su hijo y cualquier otra persona, vio la maleta que ya estaba lista con algunas de sus cosas y no dudó en tomarla.David corrió junto a la mujer que lo había cuidado desde que lo rescató del orfanato, no la quería cerca de su hijo, pero no tuvo el corazón para alejarla de ella, él la necesitaba ahora que no sabía a dónde habían llevado a Arantxa.Miró antes de salir a Devon, se acercó poniendo dos dedos sobre su cuello y encontró el pulso, tenía unas heridas mínimas, pero nada de gravedad, así
Al abrir los ojos la oscuridad del espacio la inunda por completo, la pesadilla aún no ha terminado, sigue en él mismo lugar, sin que Leo hubiera ido por ella. Los días han pasado, tal vez una semana, y eso lo sabe por las veces que ha contado que han traído de comer, la mayor parte de día y de noche la vive ahí recostada.Cuando despertó no sabía si era de día o de noche, pues lo único que había era soledad y oscuridad, su cabeza y partes de su cuerpo dolían, con sus manos exploró la superficie donde se encontraba, parecía una cama, aunque está muy dura, al intentar ponerse de pie para caminar y salir de ahí, se da cuenta que está encadenada a la cama.El pánico y miedo se apoderan de ella, con una nueva punzada de dolor en la cabeza recuerda lo sucedido, descubrir que Devon, él hombre que fue su padre por años, le escondió a su hijo, y además que descubrió en otra mentira, siempre conoció perfectamente a la mujer que fue amante de Steven y por último él estallido, él último recuerdo
La desesperación no lo dejaba, su cordura estaba al limité sin saber nada de ella, por lo que tenía pensado ingresar esa misma noche en la casa de Wydham para buscarla, ya no podía estar ni un segundo sin ella, sin saber cómo estaba. —Estás seguro de lo que vas hacer— le preguntó Diego que intentaba ingresar en el sistema de seguridad de la casa Wydham.—Si, ya te dije que no puedo quedarme aquí sin hacer nada— por los binoculares observa a los guardias de seguridad que se encuentran postrados en la puerta, analiza sus pocos movimientos, parecen dos halcones mirando por la calle a cada persona que se acerca a la casa— además no me gusta esta excesiva protección.—Te olvidas que James fue senador, además que es uno de los hombres más ricos del país…— no lo había olvidado, por culpa de su dinero tal vez Arantxa estaba en peligro— Leonardo tienes que ver esto. Leonardo fijó su mirada en la pantalla de la computadora, “HA MUERTO EL RECONOCIDO EMPRESARIO JAMES WYDHAM, EX SENADOR DEL PA
La noticia que Ivana tuviera hijos lo sorprendió, según sus informes ella era una mujer soltera, sin un pasado escandaloso, ¿Quiénes eran esos hijos y quién era su padre?Sumergido en sus pensamientos escuchó como se alejaban de la sala y subían a la planta alta, seguramente a sus habitaciones, ya debía salir de ahí, esperar a Ivana Wyndham para seguirla y lo llevaran con Arantxa.Con ellos de regreso, había más movimiento en la casa, se movió como un gato para no poner en alerta a su personal y así al día siguiente sorprenderlos, respiró con tranquilidad, pues seguía con vida, ya al día siguiente la tendría de nuevo en sus brazos. Subió la misma barda y salió de la propiedad, al llegar a su auto miró a Diego que lo había acompañado.—Me tenías preocupado— él simplemente sonrió— por dios de que sirve que lleves auriculares si no vas a responder…—Lo siento, pero tenía que escuchar algo que dijo Ivana— Diego comenzó a tranquilizarse, y le preguntó en silencio que había escuchado— ello
En cuanto dejó salir las palabras, abrazó a Arantxa protegiéndola de los vidrios de las ventanas que fueron rotas por los proyectiles que las atravesaron. —Es hora de correr— le ordenó cuando reinaba la confusión en el lugar, la deja ir por delante, cuidando que Valentina, ni nadie más viniera detrás de ellos.Doblaron la esquina, no muy lejos de ellos estaba la puerta que les daría la libertad, al fin Arantxa volvería con él y estaría con su hijo que merecía disfrutar, de pronto de la nada delante de ellos aparecía Valentina, Arantxa da media vuelta intentando alejarse de ella, pero Valentina lo aprovecha para pasar su brazo sobre su cuello y poner en éste un cuchillo.—Si te mueves voy a rebanar su cuello— sus ojos no mentían, estaba disfrutando tener a Arantxa así, a su merced, tener su vida en sus manos— te creíste muy listo, pero lamento decirte que ella este día no saldrá con vida de esta casa…—¿Qué más quieres, ya firmó los papeles ahora ustedes son los dueños de todo? — quiso