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Todos los capítulos de Lobo Obsesionado.: Capítulo 21 - Capítulo 30
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Un ascenso sumamente extraño.
Esa mañana el padre de Zoé llegó a la oficina luciendo como un zombie porque apenas pegó un ojo en toda la noche, dado que no podía conciliar el sueño con la ansiedad de saber que sería despedido y la angustia de cuestionarse si debía corregir a Zoe, ya que entendía que su hija es adulta y lo hecho, hecho está, pues nada resolvería con reclamarle y gritarle.—Señor Morell lo esperan en la sala de juntas—. Él que estaba a punto de buscar una caja para empacar todas las cosas que tenía en su escritorio se quedó sin palabras porque esperaba ser solicitado a pasar por el área de recursos humanos, pero ahora esa asistente de presidencia que había tocado a su puerta le estaba pidiendo que fuera la sala de junta y no comprendía nada. Sumamente nervioso subió la gafa que se había resbalado hasta la punta de su nariz, se colocó la carpeta con el último archivo solicitado por su jefe inmediato debajo de sus axilas y acomodó los primeros botones de su camisa y la siguió sin hacer una sola pregun
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La chica del alfa es el amor del beta.
De la mente de Zoe no salía la mirada de ese lobo, incluso tenía la sensación de creer que lo había visto; no al lobo en sí sino la fiereza que muestran esos ojos era algo conocido, así le parecía, pero no tenía la certeza de quién podría tener esa mirada.—Era muy grande y salvaje— murmuró Zoe a medida que limpiaba el mostrador y Zulema que la escucho volteó a verla.—¿Hablas del señor Sharman? — le preguntó divertida y Zoe se ahogó con su propia saliva antes de empezar a toser.» Si ese caballero es grande, salvaje, y guapote— Zulema movió las cejas de arriba abajo siendo sugerente.—¡Mamá! — gritó en protesta a medida que creaba unos pucheros infantiles sin ser consciente de su propio berrinche.—¿Por qué gritas?, sí solo te he hecho una pregunta— cuestionó Zulema enmarcando una ceja.—Está bien, comprendo, pero no tenías que mencionar a ese fastidioso hombre, ya me está causando estrés — se quejó creando un mohín de desagrado.—Soy tu madre y aunque finjas sé que el señor Sharman
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Consejero fastidioso.
Después de haber conversado con Zoe, Ronald se dirigió al club donde no fue muy bien recibido, ya que unos guardias querían sacarlos utilizando la fuerza bruta, debido a que el gerente había dado una orden prohibiendo la entrada de él y de Isaías al lugar. No obstante, debía ver a Sacha porque después de que Isaías le comentó sobre que la chica tiene cierta vinculación con un cazador, quería asegurarse de que todo no fuera una trampa.—¡¡No me iré de aquí sin hablar con Sacha!!—. El beta que no suele mostrar su carácter bramó furioso.—¡Vete ahora que te lo estoy pidiendo con amabilidad! — sentenció el gerente de dicho lugar con un tono que denotaba advertencia.—¿O qué harás?, ¿enviar a tus matones detrás de mí?, como hiciste la última vez que mi jefe estuvo por aquí— se mofó Ronald, manteniendo una postura amenazante, pero sin planes de atacar.» ¿No te quedó claro el mensaje? Si eres inteligente debiste comprender por qué ellos no regresaron— expuso malicioso, provocando que el hom
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Un invitado de honor.
Zoe se encontraba con el ceño fruncido debido a que cuando regresó a su casa último que su madre, encontró que ella estaba organizando todo como si de repente estuviera a punto de crear una fiesta o algo parecido.«¿Por qué mamá ha comprado tantos vinos y licores costosos?», pensó mientras veía hacia la licorera que estaba extrañamente full de bebidas variadas y le causaba intriga porque esa licorera era más un mueble para adornar el lugar debido a que su padre muy pocas veces consume alcohol y para evitar que Joshua estuviera ebrio a toda hora del día, decidieron él y Zulema no dejar bebidas visibles.Aunque duele reconocerlo su hermano está teniendo serios problemas con el alcohol y en parte siente culpa de solapar sus salidas a los clubes.«Debo hablar con Joshua, no está bien que siga haciendo esto, ya no puedo abrir la puerta para él, nuestro padre está en lo correcto», pensó sin dejar de ver las botellas y sentía mucho temor a que su hermano se enojara con ella.—Heee, mi prince
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Lujurioso y degenerado.
—¿Qué cambió? — le preguntó la madre al hijo sin pronunciar palabra, con muecas como solo ellos lograban hacerlo y Joshua alzó las cejas y se encogió de hombros, a medida que movía la cabeza para los lados.★Vamos a acabar con este estúpido cazador★, insistía Eros luchando para tomar el control del cuerpo de su humano.★Contrólate Eros, no puedo tener una transición ahora, solo provocará que estos humanos se alarmen, él no tiene poder para enfrentarnos, vamos a jugar con el chico, no ves que no está iniciado★, le proponía con planes maliciosos y con su interés de saber cuál es la razón para que ese cazador esté lejos de su facción, si ellos siempre andan en grupo. Y vio que Harold está tan vulnerable que él podría asesinarlo al salir de allí con tanta facilidad que le da pereza, sin embargo, eso es lo que le causa intriga porque los jefes de clanes no enviarían a sus novatos a morir de manera tan simple.★No estoy para juegos, solo quiero arrancar su estúpida cabeza, para que de ese m
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Enfrentamiento silencioso.
El espacio a Zoe le pareció pequeño, y aunque fingía ser indiferente la realidad es que algo dentro suyo le fascinaba estar siendo arrinconada por Isaías, porque tal vez lo esperaba o necesitaba verlo. Los sentimientos encontrados la tenían mal porque no le estaba mintiendo únicamente a él o a su madre sino a sí misma y aun entendiendo parte de su conflicto quería seguir firmemente en su decisión de no darle entrada, sin embargo, no se trata de darle o no una brecha porque el seguía aferrado sin afectar que ella empujaba por el pecho con mucha fuerza mientras que el continuaba acoplado a su cuerpo como lapa y sin planes de soltarla.—Zoe déjame decirte que soy muy persistente y cuando algo me gusta es imposible que no lo obtenga y tú me gusta demasiado—. Isaías se relamió los labios y la miró de arriba abajo, en ese momento Zoe recordó que Harold está fuera junto a su familia esperando y que ahora que le ha hablado no debe perder la oportunidad al dejarlo suponer que sucede algo entre
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Amiga inoportuna. 
Después de que Isaías se marchó, los compañeros de Daren lentamente se fueron retirando de dicha cena y Zoe se quedó un rato más en la terraza, sentada junto a su familia, pero en realidad estaba a la espera de que Harold le dijera algo referente a lo sucedido, pero este como si nada seguía dialogando con Joshua.En busca de captar su atención se paró y cuando vio que él no la detuvo se recostó de espalda a un balconcillo, mientras bailaba el pie derecho, tic nervioso que suele ocurrir siempre que se encuentra ansiosa o asustada. «Debe pensar todo lo peor de mí y si lo hace está en todo su derecho, porque yo me encontraba con la lengua de ese aprovechado tragada hasta la garganta», se lamentaba suponiendo que Harold está enojado.«¡Haaa!» reprimía ese grito que estaba loca por dejar salir.«¿Cómo es que Isaías tiene tanto poder sobre mí?, ¡hombre estúpido!», continuaba con su desvío de pensamientos que no paraban, pasaba de uno a otro y mientras más analizaba las cosas que la hace de
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Loba sensual.
—Kira ¿me estás llevando la contraria? — le preguntó y Kira vio cómo los músculos de su cara estaban rígidos por el enfado y los ojos dorados de su lobo se hicieron presente sin darle paso a los de su humano. Que Zoe lo retara era distinto a que esta loba creyera que le podría desobedecer y no sufrir la consecuencia, Eros la veía como un rival a quien puede castigar por insurrección ante él, cómo alfa y aunque ella no es oficialmente un integrante de su manada igual está en su territorio y por ende debe hacer lo que él le ordene.—No mi alfa, nunca me atrevería, solo quiero complacerlo. Kira se relamió los labios y comenzó a caminar a gata sobre la cama; lo miraba con fiereza, pero no en plan de batalla si no en plan lujuria, a medida que iba balanceando la cadera con sensualidad y haciendo unos movimientos gráciles que le daba ese toque seductor que a cualquier hombre aturdiría, no obstante, a Isaías que está hastiado de mujeres como Kira, no. Él está empecinado en la inocencia y f
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Alfa indiferente.
Esa mañana Zoe se levantó muy temprano, dormir con Luisana era todo menos cómodo, aunque no se lo dijera directamente, le encanta cuando puede quedarse sola en su cama y disfrutar abiertamente de su privacidad, pero decide tragarse eso y permitir que se quede a su lado casi todo el tiempo, a pesar de que en la casa hay más habitaciones.Mientras se colocaba el mandil de pintura la veía estirarse y gimotear complacida de estar sola sobre la cama y Zoe llena de inocencia movió la cabeza hacia los lados y sin dejar de sonreír.—Eres una niña— murmuró divertida adorando que su mejor amiga pueda disfrutar de cosas tan sencillas.Ya en el jardín organizó todos sus materiales, pintar siempre le ayuda a liberar las preocupaciones, ya que lo sucedido con Harold no salía de su cabeza y no quería martirizarse al pensar en eso. Sin embargo, en el momento que tomó el pincel y lo acercó al lienzo su mente le jugó una broma de mal gusto porque empezó a recordar los besos apasionados que compartió co
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Entre la amistad y el deber.
En el calabozo de la manada se encontraba Stuart totalmente debilitado con quemaduras profundas de tanto agarrar los barrotes de plata, puesto que la desesperación del encierro lo estaba aturdiendo y ansiaba que Isaías fuera a verle, pero siempre que pedía ver al alfa los custodio no les prestaban atención.—Stuart…— se asombró cuando Isaías lo nombró.E Isaías jadeó impactado debido a que no pensó que su amigo estaría tan destrozado en poco tiempo, pero ahora verlo así con los labios resecos y con ojeras de cansancio lo hizo sentir más culpa, su abuela ciertamente tenía razón, el encierro es igual que la muerte y peor aún si el lobo es rodeado por plata.—Mi alfa, ¡has venido! —. Stuart sonrió débilmente, pero se notaba que lo esperaba con ansias, aunque con rapidez bajó la mirada, sintiendo el peso de la vergüenza.» Perdóneme, sé que debí de poner el ejemplo y fui el primero en romper las reglas.—Aunque no lo creas, no pretendía que el encierro te hiciera tanto daño. Isaías sinti
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