Entonces, Ronald rió gracioso suponiendo que a pesar de todo Isaías también estaba haciendo todo esto para estar con la humana y aunque está en peligro porque un cazador lo puede herir, sabe bien que no podrían asesinarlo porque los cazadores lo han intentado durante mucho tiempo y no han podido llegar a más que a debilitarlos, sin embargo, no conoce su propósito y debe asegurarse de que nada afecte a la manada.—Ya veo, venga, vamos a la fiesta— insistió con mucho entusiasmo, e Isaías negó a medida que movía ligeramente el trago de whisky, arrugó la nariz y luego expuso:—Esos humanos aduladores huelen a miseria.—Además, ahí no hay nada de mi interés— refutó quejumbroso.—Isaías debe mantener tu reputación entre los humanos. No lo olvide empresario Sharman, sólo vamos unos minutos y luego regresamos a la manada—. Le animó esperando que su terco alfa no le pusiera las cosas difíciles.—No, y de paso te hago saber que no pienso regresar esta noche a la manada, me quedaré en mi departa
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