Luisana estaba furiosa por tres razones: la primera era porque Zoe se negó a llevarla a la fiesta cuando ella se lo pidió como un ruego desesperado. Segundo porque tuvo que pedirle al padre de Zoe casi con llantos fingidos que quería ir, inventando la excusa de que estaría muy sola sin Zoe y el hombre que solo tenía permitido llevar a su familia utilizó el cupo de su hijo Joshua, y, por último, la razón que la hacía enfurecer más era que Zoe no le permitió ponerse el vestido que ella eligió para lucirlo.—Tío ¿por qué no lo ubicaron junto a las mesas de los ejecutivos?, ni mi padre que es un empleado mediocre es tratado de esta manera— escupió Luisana cuando se acomodaron en la mesa que le prepararon a la familia Morell. Nadie respondió a ese comentario irritante, en silencio observaron todo y Luisana no podía negar que la fiesta estaba a la altura, era la primera vez que entraba a un club tan lujoso, veía hacia el suculento buffet lleno de comida internacionales y acomodado de forma
Entonces, Ronald rió gracioso suponiendo que a pesar de todo Isaías también estaba haciendo todo esto para estar con la humana y aunque está en peligro porque un cazador lo puede herir, sabe bien que no podrían asesinarlo porque los cazadores lo han intentado durante mucho tiempo y no han podido llegar a más que a debilitarlos, sin embargo, no conoce su propósito y debe asegurarse de que nada afecte a la manada.—Ya veo, venga, vamos a la fiesta— insistió con mucho entusiasmo, e Isaías negó a medida que movía ligeramente el trago de whisky, arrugó la nariz y luego expuso:—Esos humanos aduladores huelen a miseria.—Además, ahí no hay nada de mi interés— refutó quejumbroso.—Isaías debe mantener tu reputación entre los humanos. No lo olvide empresario Sharman, sólo vamos unos minutos y luego regresamos a la manada—. Le animó esperando que su terco alfa no le pusiera las cosas difíciles.—No, y de paso te hago saber que no pienso regresar esta noche a la manada, me quedaré en mi departa
Isaías solicitó a un camarero para que llevará a la mesa en la que está Zoe una botella de la mejor champaña y con sorna observó como se la entregaban.— Disculpe señor, pero no hemos solicitado nada— le dijo Zoe al camarero tomando la botella para devolverla porque Luisana estaba algo pasada de copas y pretendía seguir tomando, por lo que una champaña en esa mesa no ayudaba mucho.El camarero se aclaró la garganta antes de explicar:—Señorita, esta champaña se la envía un caballero— respondió sin aceptarla de vuelta.—¿A mí y por qué?— lo interrogó algo incómoda, ya que es nueva esa situación no la ha experimentado con lo poco que suele salir a divertirse.El camarero, en vez de responder con palabras a su pregunta, solo la hizo mirar en dirección a donde está Isaías ubicado.—Deja de ser tan ridícula Zoe y acepta, mira nada más que botella y se nota costosa—, se quejó Luisana con voz ronca antes de que Zoe pudiera ver hacia donde le indicaba el hombre que está a su lado y sus padre
Zoe fue consciente de que Isaías la había invitado a bailar cuando vió la delicada mano de Isaías frente a ella y respiró profundo mirando a sus progenitores que esperaban lo mejor de ella, y su madre solo movía la cabeza de arriba abajo.«Se está aprovechando», bufó irritada.En silencio y no muy convencida Zoe aceptó, aunque le temblaban las piernas siguió obediente, pero antes de que llegaran a la pista de baile, se detuvo y él giró ligeramente el rostro para verla.—¿Tienes miedo, caperucita?— se mofó haciendo referencia a que él es el lobo que claramente tiene planes de comérsela, pero a su manera.—-No tengo porque. No quiero bailar, busquemos un lugar privado para que pongamos muchas cosas claras—. Él se relamió el labio inferior sin dejar de sonreír cínicamente, mientras que ella bailaba un pie aun con su mano entre la suya y un hormigueo bastante incómodo le aumentaba el ritmo cardiaco.—Te muestras dócil y delante de tu papi que te trata como a una chiquilla, parecías una f
—Eres mi presa, ¿sabes lo que significa eso?, de seguro no tienes idea—le dijo en un cálido y grave murmullo cerca de su oído y ella sintió el vuelco que le dio su corazón que late desenfrenado.«¡Maldición! Me siento tan contrariado, sé que lo mío es ganas de follármela y eso no me deja pensar con claridad», peleó solo muy a pesar de estar enfocado en besarla, mientras que Zoe le daba pequeños empujones por el pecho.—Escúchame bien degenerado con aire de superioridad; nunca me acostaría con un hombre tan egocéntrico y arrogante cómo lo eres tú—. Zoe quiso herir su orgullo y que la sonrisa que Isaías mostraba se desapareciera de su rostro, pero no tuvo éxito.—Te haré tragar esas palabras cuando te haga gritar porque me hunda más profundo en ti.«¿Qué me estaba pasando con esta chiquilla?», se preguntaba Isaías y en realidad, no tenía la respuesta; lo único que sí podía saber es que le gusta la manera en la que Zoe abre los ojos demostrando cuán sorprendida está cada vez que le dice
Isaías respiró profundo antes de reír como todo un bipolar, pero no se le notaba gracioso sino amargado, solo por el rechazo de Zoe.«La haré pagar, juro que lo haré, me encargaré de que ella viva todo esto», se prometía al percibir una sensación de disgusto y de desolación en su pecho y por más lógica que le buscaba le era difícil de entender porque no debe causarle nada lo que haga Zoe, es demasiado extraño sentir cosas tan desconocidas por culpa de alguien que no significa nada en su vida.—¿Sabes que me dijo esa mocosa? — le preguntó mostrando frustración. Ronald que se estaba divirtiendo con el fastidio que muestra Isaías movió la cabeza a la vez que le respondió lo que él buscaba escuchar.—¿Qué te dijo?—Que está enamorada, y que por ese motivo buscaba aprender para conquistar al muchachito que ama—. Cancaneo los dientes de pura cólera y sentía un zumbido molesto, producto del mismo enfado, porque tiene la sangre tan caliente que ni todo volcán que estuviera a punto de hacer e
Esa mañana el padre de Zoé llegó a la oficina luciendo como un zombie porque apenas pegó un ojo en toda la noche, dado que no podía conciliar el sueño con la ansiedad de saber que sería despedido y la angustia de cuestionarse si debía corregir a Zoe, ya que entendía que su hija es adulta y lo hecho, hecho está, pues nada resolvería con reclamarle y gritarle.—Señor Morell lo esperan en la sala de juntas—. Él que estaba a punto de buscar una caja para empacar todas las cosas que tenía en su escritorio se quedó sin palabras porque esperaba ser solicitado a pasar por el área de recursos humanos, pero ahora esa asistente de presidencia que había tocado a su puerta le estaba pidiendo que fuera la sala de junta y no comprendía nada. Sumamente nervioso subió la gafa que se había resbalado hasta la punta de su nariz, se colocó la carpeta con el último archivo solicitado por su jefe inmediato debajo de sus axilas y acomodó los primeros botones de su camisa y la siguió sin hacer una sola pregun
De la mente de Zoe no salía la mirada de ese lobo, incluso tenía la sensación de creer que lo había visto; no al lobo en sí sino la fiereza que muestran esos ojos era algo conocido, así le parecía, pero no tenía la certeza de quién podría tener esa mirada.—Era muy grande y salvaje— murmuró Zoe a medida que limpiaba el mostrador y Zulema que la escucho volteó a verla.—¿Hablas del señor Sharman? — le preguntó divertida y Zoe se ahogó con su propia saliva antes de empezar a toser.» Si ese caballero es grande, salvaje, y guapote— Zulema movió las cejas de arriba abajo siendo sugerente.—¡Mamá! — gritó en protesta a medida que creaba unos pucheros infantiles sin ser consciente de su propio berrinche.—¿Por qué gritas?, sí solo te he hecho una pregunta— cuestionó Zulema enmarcando una ceja.—Está bien, comprendo, pero no tenías que mencionar a ese fastidioso hombre, ya me está causando estrés — se quejó creando un mohín de desagrado.—Soy tu madre y aunque finjas sé que el señor Sharman