Mientras que en la manada Kira estaba hastiada de las dos mujeres que le querían hacer sentir como en casa tratándola con dulzura, pero a ella eso le fastidiaba y para lograr evadirlas le dijo que estaba cansada y que necesitaba tomar un baño para reponerse.—¿Será que tu loba no se acostumbra al cambio de manada? — le preguntó Isadora mostrando inquietud, ya que inocente creyó en la evasiva de Kira.—Sí, creo que es posible, en realidad no me he comunicado con ella desde que llegué a esta manada—. Fingió malestar a medida que se ponía de pie para irse.—Es que está en territorio desconocido, debes dejarla salir a explorar el bosque, te aseguro que le va a encantar. Por aquí no hay cazadores, Isaías ha protegido bien esta manada— propuso Alice sintiéndose muy orgullosa de lo que ha logrado su alfa. Aunque es una madre paranoica no puede negar que a pesar de que siempre está inquieta y no quiere que su hijo esté teniendo enfrentamiento, él hace un trabajo grandioso al demostrarle a to
—Ni eso se me da bien, apenas me han dado mi primer beso— largó sin ponerle frenos a sus palabras y cuando fue consciente de que había confesado se soltó de su madre, quién tenía la boca abierta de puro asombro.—Necesitó detalles del príncipe que le ha dado ese beso a mi hija—. Zulema evitaba reír a carcajadas para no hacer que Zoe se sintiera más abochornada de lo que ya se ve y Zoe se fue a cambiarse mientras ella la seguía.Zoe se metió al vestidor y Zulema se recostó de la puerta del mismo y mientras se miraba las uñas le dijo:—¿Querida y ese chico lo conozco?, me imagino que fue Harold el dueño de ese primer y mágico beso, porque no has querido a nadie más, ni siquiera a tu enamorado silencioso. Zulema hacía un gran esfuerzo para que las carcajadas no la delataran y aplastaba sus labios creando una línea recta mientras que Zoe giraba los ojos porque su madre le estaba recordando a su amor imposible y al hombre misterioso que salía de la nada y siempre visitaba la heladería.—M
«Me fascina su inocencia»Harold veía a Zoe con una pizca diversión al notar como ella no encontraba la manera de interactuar con él ahora que tenía la oportunidad, y sutilmente se reía de sus movimientos torpes, pero cuando recordó que no debía acercarse mucho a ella, se aclaró la garganta para disimular y volvió a poner el semblante frío. —¿Estás buscando a Joshua?— le preguntó ella sin saber qué más decir.«Mira lo tonta que eres Zoe», se regañó a sí misma al suponer que debió al menos saludarlo.—No, sé que Joshua está ocupado— Harold respondió con tono cortante, aunque fingido ella no lo podía notar.«Pequeña te trato de este modo porque no tengo otra salida», se lamentó Harold sin dejar de verla y con ganas de expresarle que aborrece comportarse de esa forma, pero que a pesar de todo debe tragarse sus sentimientos porque está obligado a mantener la distancia, razón por la que debe continuar siendo tan indiferente.»Dame dos helados de pistacho —. Solicitó sin una pizca de amabi
Luisana estaba furiosa por tres razones: la primera era porque Zoe se negó a llevarla a la fiesta cuando ella se lo pidió como un ruego desesperado. Segundo porque tuvo que pedirle al padre de Zoe casi con llantos fingidos que quería ir, inventando la excusa de que estaría muy sola sin Zoe y el hombre que solo tenía permitido llevar a su familia utilizó el cupo de su hijo Joshua, y, por último, la razón que la hacía enfurecer más era que Zoe no le permitió ponerse el vestido que ella eligió para lucirlo.—Tío ¿por qué no lo ubicaron junto a las mesas de los ejecutivos?, ni mi padre que es un empleado mediocre es tratado de esta manera— escupió Luisana cuando se acomodaron en la mesa que le prepararon a la familia Morell. Nadie respondió a ese comentario irritante, en silencio observaron todo y Luisana no podía negar que la fiesta estaba a la altura, era la primera vez que entraba a un club tan lujoso, veía hacia el suculento buffet lleno de comida internacionales y acomodado de forma
Entonces, Ronald rió gracioso suponiendo que a pesar de todo Isaías también estaba haciendo todo esto para estar con la humana y aunque está en peligro porque un cazador lo puede herir, sabe bien que no podrían asesinarlo porque los cazadores lo han intentado durante mucho tiempo y no han podido llegar a más que a debilitarlos, sin embargo, no conoce su propósito y debe asegurarse de que nada afecte a la manada.—Ya veo, venga, vamos a la fiesta— insistió con mucho entusiasmo, e Isaías negó a medida que movía ligeramente el trago de whisky, arrugó la nariz y luego expuso:—Esos humanos aduladores huelen a miseria.—Además, ahí no hay nada de mi interés— refutó quejumbroso.—Isaías debe mantener tu reputación entre los humanos. No lo olvide empresario Sharman, sólo vamos unos minutos y luego regresamos a la manada—. Le animó esperando que su terco alfa no le pusiera las cosas difíciles.—No, y de paso te hago saber que no pienso regresar esta noche a la manada, me quedaré en mi departa
Isaías solicitó a un camarero para que llevará a la mesa en la que está Zoe una botella de la mejor champaña y con sorna observó como se la entregaban.— Disculpe señor, pero no hemos solicitado nada— le dijo Zoe al camarero tomando la botella para devolverla porque Luisana estaba algo pasada de copas y pretendía seguir tomando, por lo que una champaña en esa mesa no ayudaba mucho.El camarero se aclaró la garganta antes de explicar:—Señorita, esta champaña se la envía un caballero— respondió sin aceptarla de vuelta.—¿A mí y por qué?— lo interrogó algo incómoda, ya que es nueva esa situación no la ha experimentado con lo poco que suele salir a divertirse.El camarero, en vez de responder con palabras a su pregunta, solo la hizo mirar en dirección a donde está Isaías ubicado.—Deja de ser tan ridícula Zoe y acepta, mira nada más que botella y se nota costosa—, se quejó Luisana con voz ronca antes de que Zoe pudiera ver hacia donde le indicaba el hombre que está a su lado y sus padre
Zoe fue consciente de que Isaías la había invitado a bailar cuando vió la delicada mano de Isaías frente a ella y respiró profundo mirando a sus progenitores que esperaban lo mejor de ella, y su madre solo movía la cabeza de arriba abajo.«Se está aprovechando», bufó irritada.En silencio y no muy convencida Zoe aceptó, aunque le temblaban las piernas siguió obediente, pero antes de que llegaran a la pista de baile, se detuvo y él giró ligeramente el rostro para verla.—¿Tienes miedo, caperucita?— se mofó haciendo referencia a que él es el lobo que claramente tiene planes de comérsela, pero a su manera.—-No tengo porque. No quiero bailar, busquemos un lugar privado para que pongamos muchas cosas claras—. Él se relamió el labio inferior sin dejar de sonreír cínicamente, mientras que ella bailaba un pie aun con su mano entre la suya y un hormigueo bastante incómodo le aumentaba el ritmo cardiaco.—Te muestras dócil y delante de tu papi que te trata como a una chiquilla, parecías una f
—Eres mi presa, ¿sabes lo que significa eso?, de seguro no tienes idea—le dijo en un cálido y grave murmullo cerca de su oído y ella sintió el vuelco que le dio su corazón que late desenfrenado.«¡Maldición! Me siento tan contrariado, sé que lo mío es ganas de follármela y eso no me deja pensar con claridad», peleó solo muy a pesar de estar enfocado en besarla, mientras que Zoe le daba pequeños empujones por el pecho.—Escúchame bien degenerado con aire de superioridad; nunca me acostaría con un hombre tan egocéntrico y arrogante cómo lo eres tú—. Zoe quiso herir su orgullo y que la sonrisa que Isaías mostraba se desapareciera de su rostro, pero no tuvo éxito.—Te haré tragar esas palabras cuando te haga gritar porque me hunda más profundo en ti.«¿Qué me estaba pasando con esta chiquilla?», se preguntaba Isaías y en realidad, no tenía la respuesta; lo único que sí podía saber es que le gusta la manera en la que Zoe abre los ojos demostrando cuán sorprendida está cada vez que le dice