Me acosté a dormir, puse el celular para despertarme a las cuatro de la madrugada. No he dormido nada, pasé llorando, tenía claro lo que debía de hacer. Al despertarme tomé una ducha, tomé ropa para hacer deporte, tenis cómodos, la chaqueta, tomé el bolso, manos libres, saqué varias cosas que le dejaría.—¡D’Artagnan!Di un par de palmadas a mi muslo para llamar a mi perro, tomé su cadena, se la puse.» Hoy me acompañarás a trotar, y de paso ayúdame a despejar las dudas. —Ya tenía una decisión.La ciudad amaneció helada, después de la lluvia de anoche, no era para menos, la capa de neblina era espesa. Saludé al vigilante el cual miró la hora, cuando le digan a Roland, ya será muy tarde cuando le pregunten. Además, salí con un bolso pequeño cruzado, con la pinta de ejercicio y con el perro. No di señal de desear irme.Había situaciones y acciones que no se deben pasar por alto. Cuando uno de los dos miembros en una relación busca en otro lado, lo por derecho puede encontrar en su parej
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