Emma lloró echa un ovillo sobre las sabanas de seda color blanco; olían a Chris, eso la hizo llorar más; sentirse humillada era algo que se estaba volviendo común en esa casa; nadie la quería ni su padre ni su esposo, solo tenía a su abuela, pero ella aún estaba delicada; deseaba escapar, pero no podía estaba atada a ese matrimonio falso y debía aguantar; aunque le doliera tenía que hacerlo por su abuela, ya no podía más, estaba rota en mil y un formas posibles; solo deseaba desaparecer para que el dolor terminara. Intento dormir; pero su cabeza dolía, palpitaba fuertemente y todo le daba vueltas, era tan difícil vivir.Su esposo volvió a la habitación; no supo cuanto tiempo había pasado desde que salió, se había quedado dormida en algún momento, víctima del cansancio. El sopor del sueño aún la mantenía aturdida, sentía sus músculos y articulaciones adoloridos; el aroma del licor inundo sus fosas nasales; parpadeo y vio a Chris con un vaso de licor en la mano.Se sentó en la cama, jun
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