Miro mi lugar de trabajo y la sonrisa se me hizo más grande. Paradiso italiano es mi bebé, por el que había trabajado por cinco años. Muchos no creían que con veintidós años lograría algo, pero ahora que han pasado varios años demostré que estaban equivocados. La tienda ofrecía gran variedad de ropa de las diferentes marcas que a los turistas y no turistas. Les encantaban: Armani, Dolce Gabbana, Gucci, Prada, Dior, Louis vuitton y otros más que entre ropa, calzado y accesorios hacían de la tienda un destino concurrido en toda la época del año. Fui hasta el mostrador y dejé mi bolso.—Buenos días jefa —me saludo puntual como siempre Marcelo—Bellísimos buenos días— dijo otra voz seguida de Marcelo—Traje café para mi jefa preferida— dijo Lissa entrando con mucho ánimo—Buenos días chicos —me reí ante la muestra de energía que traían— ¿Donde esta Cristal? —pregunté—¡Aquí! —dijo entrando rápidamente como un torbellino y con una sonrisa. Paso a un lado de los demás y llegó hasta mi— ¿Lleg
Leer más