El hombre, la miro un poco de extrañado. Era una muchacha delgada, con un cabello extrañamente rebelde. Se notaba, el esmero por a,darlo hacia arriba , pero habían algunos mechones sueltos acariciando a su frente . él no pudo evitar , por algún motivo que el desconocía, mirar sus labios.Sus labios, eran muy rosas, y estaban entreabiertos. En ese momento los estaba mordiendo, soltando los poco a poco hasta que quedaron un poco hinchado por la acción anterior.Leonardo, por algún motivo que desconocía, cerro los ojos momentáneamente, intentando olvidarla.Demasiados problemas tenía, para prestarle atención a alguien, qué no sé peinaba.Miro con frustración, su teléfono. En ese día, tenía que ir a buscar a su pequeña hija de 4 años llamada Emma. Él se había divorciado hace 2 años, porque su esposa le había engañado. Lo peor , no había sido El engaño en sí, sino que vienes todos juntos desde que eran unos pequeños niños.—Aqui tiene su pedido ¿Necesita algo más? —Gi, se mordía los labios
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