Bianca se quito las botas, mientras sentía como el césped verde y fresco acariciaba sus pies, generándole una agradable sensación cosquillante.A su derecha, unos pasos por detrás, Daniel la seguía con una sonrisa en sus labios, mientras observaba cada uno de sus movimientos con especial atención.—¿Crees que este muy fría?—pregunto Bianca, deteniéndose justo frente al pequeño rio que serpenteaba, bajando por la ladera de la montaña.—Solo hay una forma de saberlo—respondio el hombre sonriente, mientras se aproximaba hacia ella.Sin embargo, Dan paso a su lado, inclinándose lo suficiente como para tocar la superficie acuosa y…—¡Ah!—grito Bianca frenética, retrocediendo un paso hacia el costado, mientras el agua fría la salpicaba.Dan rio con gracia, exponiendo todos y cada uno de sus dientes, mientras volvía a arrojar agua en su dirección. Pero en esta ocasión, la bella prostituta ya esperaba ese nuevo ataque.Bianca se movio justo a tiempo, antes de inclinarse hacia adelante y comen
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