93. No puedo, ya lo intenté antes.
Azabache había visto con impotencia como, Yue, su pareja, se lanzaba sin pensarlo por el barranco. Él tampoco tardó en hacerlo, pero a diferencia de Audrey, tenía que conservar la calma, no podía perderla. Hacerlo podría significar un verdadero peligro, tanto para su luna como para su hijo, algo que no podría permitirse.«¡Yue espera!»Exclamó Azabache al ver a su luna lanzarse a la charca de lodo donde su hijo había caído. Él, que conocía tan bien la zona, sabía que no era una charca común y corriente, sino una charca de arenas movedizas.El alfa empezó a dar vueltas de un lado a otro hasta que por fin vio a su luna salir con el pequeño cachorro completamente cubierto de barro, fue entonces que Azabache dio paso a Bleid para tomar al pequeño en sus manos, y así poder salvar a su luna.En su forma animal no podría hacer nada más que saltar y empeorar las cosas, sin embargo, siendo Bleid, no solo se cercioró de que su hijo respiraba tras limpiarle el morro y la cabeza.—¡Él se encuentr
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