Capítulo 80. Una disculpa un poco líquida.
Fabricio salió de la habitación después de la resolución que tomó de no llamar más a Gia hasta que los ánimos estuvieran calmados, porque si por milagro ella le contestaba el teléfono le daría el sermón de su vida. Y sabía que de esa manera no lograría resolver nada. Al llegar al salón se encontró a su prima Sofía sentada hablando con Lorena, ambas especulaban en lo que había ocurrido.―Lamento haber venido sin avisar, Fabricio, es evidente que arruiné tus planes ―dijo Sofía con preocupación ―Mi tía me contó lo de tu bebé y que su madre se negaba a casarse contigo, así que asumí que aún no estabas saliendo con alguien.―No te preocupes, Sofía, estoy seguro de que las cosas con Gia se arreglaran, solo fue un malentendido. Ahora cuéntame, ¿dónde se conocieron Lorena y tú?―Lorena es una reconocida diseñadora en Londres, remodeló mi casa y nos hicimos amigas, planeamos venir a Roma en el verano y lo hicimos juntas. Cuando se enteró de que eras mi primo me pidió visitarte porque tiene un
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