Capítulo 78. Y la sorprendida fue ella.
Bianca pensó que si lo único que necesitaba para que su Nonna volviese con ella a Roma era un secuestro se habría auto secuestrado hacía mucho tiempo. Giorgia no podía dejar de mirar los golpes en la cara de Bianca sin estremecerse de pavor.―Que cerca estuve de perderte, Bianca, creo que no podría soportarlo, cuando mi Anna se fue, te tenía a ti y a Gia para no derrumbarme, y cuando tuviste tu accidente agradecía al cielo el no haberte perdido, pero ahora me lleno de miedo al pensarlo. ¡Maldita, Carmina! Es tan mala como lo fue su padre.―Yo también quiero tenerte conmigo, Nonna, me has hecho mucha falta y no solo a mí, sino también a Gia y a mis hijas, sobre todo a Gianna.―Lo sé, he sido una vieja necia y testaruda aferrándome a esta casa, pero aquí están los recuerdos de Anna y a veces siento que la olvido porque se me desdibuja su cara en mi memoria. ¿Cómo puede una madre olvidarse de la cara de su hija?―Ha pasado mucho desde la muerte de mamá, Nonna, nuestros recuerdos tienden
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