Recuerdo todas las cosas que sentí en ese momento, rabia, traición, miedo, miedo profundo, era lo que más podía llegar a sentir, un miedo que me entumecía las piernas con violencia. Me aferré a las rejas de la celda y las sacudí, como si pudiera lanzarlas al suelo con mi poca fuerza, como si de verdad creyera que pudiera hacerlo. Recuerdo que me sentí adolorido y traicionado, ¿Cómo Jack pudo hacerme eso? No lo entendía en esa época, y aunque han pasado los años parece que no lo entiendo aún del todo.Grité y pateé las rejas, si el rastreador estaba dentro de Meredith, inevitablemente llagarían con ella y encontrarían a Jefferson, tenía que advertirles de alguna manera, tenía que hacerlo, el rapto se hacia esa noche y no podía permitir que Jack los matara, pero ¿qué podía yo hacer? Estaba atrapado en una celda en el lugar mas custodiado de la ciudad.—No puede ser —me dije en voz alta, si hubiera logrado encontrar el remitente, me hubiera librado de la vieja Amelia y Walter estaría de
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