Amelia dormita en la cama del piso donde se encuentra ubicada, siente un cansancio en las extremidades y ardor en la garganta como si tuviese un catarro se dice a si misma que es el efecto de estar dormida tanto tiempo y se deja envolver por la somnolencia.— ¡Uf! Debo levantarme, Bastián ya debe estar por llegar – se dice a sí misma en voz alta, pero al tratar de bajar todo a su alrededor gira.— ¿Amelia? – escucha la voz de Arístides, pero no lo ve — ¡cariño quédate en la cama por favor, recuéstate! – no se acerca, ella lo percibe extraño sin embargo no dice nada.Cierra los ojos y poco a poco queda dormida de nuevo sintiendo un poco de ardor en el brazo derecho donde tiene la vía endovenosa que irriga el suero. Intenta moverse de nuevo sin éxito ya que una somnolencia nueva le sobreviene y no puede mantener los ojos cerrados. Escucha unas voces como murmullos y cae en un sueño profundo sin poder evitarlo.Arístides cierra los ojos suplicando al cielo que solo sea un sedante lo qu
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