Relata Mauro:Al poco rato de que Katherine subiera hacia la habitación, sonó la puerta del cuarto de juegos, todos nos miramos extrañados. Cuando alguien sale de allí, no vuelve a entrar, una antigua costumbre de la casa para preservar la buena suerte. El toqué volvió a sonar, esta vez con más insistencia, Giovanni observó a Marco, esperando sus órdenes, mi hermano asintió.Giovanni abrió la puerta y de pie, algo ansiosa estaba Aura, una de las empleadas del servicio más antigua de la casa, además de ser la más fisgona y chismosa, no pasaba nada en la mansión sin que ella se entere y se lo vaya a contar a Marco.Todos nos quedamos observando a la mujer, mostrando sorpresa. Yo debía fingir, porque de hecho, esperaba que ella llegara en cualquier momento. No, es más que eso, contaba con que viniera en ese preciso momento.La mujer se quedó parada en el umbral, esperando que Marco me permitiera pasar, sin inmutarse, mi hermano le hizo una señal con la mano para que entrara. La mujer, c
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