Mi corazón se llenó de ira. Sabía que estos mafiosos eran personas crueles, sin corazón, pero acabar con las vidas de las personas nada más porque no comparten tu opinión, por un pensamiento tan retrógrada, por el simple hecho de no darle a una mujer un cargo de jefe, el cual le pertenece, para mí, eso era ir lejos.—¡¿Qué tiene ese hombre en contra de las mujeres?!. — Expresé con desprecio. — Seguro que para su buena suerte no tuvo una hija.—De hecho, en términos legales, él no tuvo hijos. Todos decían que él o su primera esposa, Genma, era estéril, pero también hay rumores de que Don Marco tuvo una amante con la que tuvo una hija, sin embargo, las expulsó para que nadie se pudiera enterar de la traición hacia su mujer. Además, dicen que él prefería mil veces dejar a Mauro a cargo de la organización, antes que a una hija bastarda.—Eso es… Despiadado. ¿Pero qué pasó con su primera esposa?. — Continúe indagando, muy consciente de que la conversación se había desviado demasiado, au
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