Desde que llegaron a casa estuvieron distantes uno del otro.Soren trabajaba con su gente para reforzar la seguridad de la mansión, así cómo también aumentar el número de personas que resguardaban a sus seres queridos. Era cuestión de tiempo para que los atacaran a ellos o a la residencia, así que era mejor estar preparados.Clarisse, por otra parte, estaba perdida en sus pensamientos y emociones alteradas. Estaba furiosa, odiaba tener que recordar una y otra vez ese momento. Había pasado casi todo un día, sin embargo, aún quería regresar a darle una patada en los testículos a ese maldito infiel. Quería llorar y gritar, nuevamente se sentía cómo aquel día que se marchó de Vancouver.Era estúpido, lo sabía, pero no podía dejar de sentirse así. Creía que ya lo había superado, que con Soren todo eso quedó atrás, no porque lo utilizara para olvidar a Jax, sino porque él era completamente diferente al castaño.No obstante, recordó los eventos de ese día, verlos hablar con tal naturalidad f
Leer más