La vida es tan simple pero todos insistimos en complicarla, ¿No es verdad? Hay quienes desean tener todo y al mismo tiempo no se dan cuenta de lo muy afortunados que son: Tienen un techo, una cama abrigada, ropa distinta para vestir los distintos días de la semana, si abren su canilla tienen agua potable, si quieren ducharse ni deben calentar el agua, no tienen el miedo de no saber si el día de mañana podrán comer al menos un pedazo de pan viejo, hay zapatos en sus pies, hay privilegio en cada una de estas cosas, y te lo afirmo porque yo, se lo que es vivir sin todo esto. A pesar de esto, tenía muchas cosas: Podía dormir cada noche bajo el techo de mi abuela, y la tenía viva que no es algo menor, mi pequeño hermano Patrick estaba sano, mi madre también se encontraba bien, tenía agua aunque fuese de un aljibe, podía bañarme aunque no fuese con agua caliente, tenía ropa para vestir a pesar de que solo fuesen 5 juegos, no teníamos mucho por comer pero al menos me aseguraba de que Pat
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