Al oír las palabras de Lucas, Emma logro reaccionar.—Hijo, no, el no es tu padre, este es mi jefe de trabajo, Eros—explico ella con una sonrisa nerviosa—. Eros, el es mi hijo, Lucas.Eros parpadeo, sorprendido y aun conmocionado, sin embargo, lentamente todo comenzaba a cobrar mayor sentido en lo que respectaba a Emma.—Es un gusto conocerte, Lucas—saludo Eros nervioso, mientras pasaba una mano por su cabellera dorada.Pero el rostro del pequeño cambio de forma abrupta, poniéndose totalmente serio.—¿Tu eres el hombre malo que no deja que mi mami cene conmigo en las noches? —pregunto Lucas con el ceño fruncido.El rostro de Emma se calentó ante la vergüenza, mientras lanzaba una mirada suplicante cargada de disculpas hacia Eros. Sin embargo, este la ignoro por completo, mientras se inclinaba hacia adelante para hablar con el niño a su misma altura.—Si, soy yo, pero no fue mi intención… el problema es que tu mami jamás me informo que tenia un niño pequeño tan adorable como tu en casa
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