Había hablado con mi jefa para que me cambiará de paciente, pero al parecer me tocaba la mayor parte de los días en casa de mi ex esposo, así que,no tenía remedio, debía continuar viendo a Dylan todos los días de mi vida, o perdería mi trabajó, y definitivamente no podía hacer eso, mi pequeño Dylan iba a prácticas de fútbol los fines de semana, y tenía que pagar esa mensualidad, además de su colegio, que aunque era un colegio público, pedían mucho dinero para las reparaciones del mismo.Me acosté cansada, después de dejar a mi hermoso ángel en su habitación. Toqué mi collar, que siempre cubría con mi camisa de enfermera, y cerré los ojos imaginando a Dylan. Tenerlo tan cerca de nuevo causaba en mi tantos sentimientos, que no sabía cómo describirlo.¿Y Amanda? ¿Y Marina dónde están ellas?—me pregunté al recordarlas. Habían sido tan hipócritas que estaba segura que estaban juntas, pero la curiosidad de saber si ella aún seguía con Dylan me carcomía, así que decidí que el día siguiente l
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