Noah cogió a su mujer por el codo cuando salió de la habitación. No pudo evitar quedarse cerca y escuchar la conversación. La culpa la tenía el ultimo en salir, que había dejado la puerta entre junta. Escuchó las palabras de su cuñada preguntando si había recuperado la memoria, pero no podía ser, cuando él tenía pruebas de que no era así.—No sabía que también fueras actriz. Mira que engañar a tu familia todos estos años diciendole que sufrías de amnesia.—Cree lo que te de la gana.—Teniendo en cuenta —continuó como si nada. Como si Valeria no hubiera hablado—, que me reconociste de inmediato y eso que tenías unas copas de más. Valeria se detuvo en medio del pasillo. A pesar de ser él quien la sostenía, era ella quien guiaba el camino. Noah no conocía nada del hospital y ella era la que quería marcar las pautas en su relación. Él quería pasarla bien en la cama, por ella no había problema, siempre que un análisis dijera que estaba más limpio que una patena.—Recuerdo algunas cosas, n
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