Todo este tiempo me sentí como un verdadero Cupido: primero fue con mi prima y Gabriel, ahora estaban encaminados Veronica y Jason y… hasta mi guardia de seguridad, Peter, parecía haber encontrado la flecha del amor… ¿Se imaginan de quien hablo? Pues sí, la mismísima Susan Anderson, fue una sorpresa para todos, pero el amor había tocado sus puertas también. Por suerte, la situación de la familia Anderson había cambiado para bien desde que comenzó a trabajar en la empresa, sus niños más pequeños iban al mismo maternal que Dante y los más grandes estaban asistiendo al instituto, a John le llovieron becas para las universidades más importantes debido a sus altas calificaciones. Todo estaba tomando su curso, y por fin, se podía sentir que todos éramos felices con las decisiones que habíamos tomado. —Aquí ta la flor, papi —miré hacia mi costado y Dante me alcanzaba una rosa roja para terminar de armar la fuente del desayuno. —Gracias —tomé la flor en mis manos y la puse a un lado de la
Leer más