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Capítulo 31
Namar intentó comprender el dolor de Alfa Drago al perder a su pareja, aunque no podía comprender cómo podía sentirse; no es como que a una esclava se le enseñara cómo se siente exactamente el tener a tu pareja predestinada, se preguntaba si es que había alguna especie de señal para saberlo, ¿Se sentiría de un modo similar a lo que ella estaba sintiendo al haberse separado de Caleb? Sí, es verdad, ella y su lobo debían admitir que sentían una conexión muy fuerte por el joven Alfa, pero eso no era una unión de parejas predestinadas, si así hubiese sido, Caleb lo habría confesado y no, negado.En su interior, Namar podía sentir como su loba aullaba angustiada por el rechazo de Alfa Caleb. No lograba comprender cómo podía sentir dolor por algo que ella supo, desde un principio, era un acuerdo de emparejamiento falso. Aun así, extrañaba su olor y el contacto con su piel. No comprendía por qué se sentía de ese modo.- Tu, hija, soportaste los venenos administrados, por ser una cachorra Al
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Capítulo 32
Cuando el joven Alfa Caleb volvió a su castillo, traía consigo reprimidas todas las emociones que no podía expresar. Su lobo estaba al borde del colapso en su interior, quería a toda costa salir y correr tras Namar. Sin embargo, por el bien de su manada tuvo que limitarse a ver como su peor enemigo se llevaba a la loba que, aunque jamás logró admitirlo, traspasó la barrera de su gélido corazón e incluso había llegado a amar. Sin embargo, un Alfa no puede arriesgar la vida de toda una manada debido a una loba: Ese sería un indicio indiscutible de debilidad. Si hubiese reaccionado de otra manera, oponiéndose al hecho de que Alfa Drago reclamara de vuelta a su hija, el viejo Alfa habría logrado ver el amor que él sentía por Namar y, sin lugar a dudas, lo habría usado en su contra. Caminó en silencio a través de los pasillos del palacio. Como siempre, súbditos, criados y los lobos que estaban a su servicio, caminaban junto a él, sin embargo, Alfa Caleb se sentía totalmente absorto de lo
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