Elena:«Debiste leer bien el contrato Ele». Me regaño repasando cada línea del absurdo papel que firmé hace unos días. Tras la plática de anoche con Hero Clark, me di cuenta de que quizá se me fueron algunos puntos del Contrato, y aquí estoy otra vez, ojeando las doce hojas. El día en que firmé, las lágrimas y la rabia me hicieron leerlo todo a prisa, error que ahora mismo me recrimino por haber sido tan poco cuidadosa. Aunque debía firmarlo sin objetar, no podría haberlo hecho sin leer cada maldita línea antes, y al parecer, hice lo contrario, o al menos no leí lo suficiente para captar cada detalle. Pensé que firmaba un contrato que me ataría de por vida a un millonario que desconocía, y ahora caigo en cuenta de que no, tengo un año para intentar quedar embarazada, si ocurre tendré dos más aquí hasta que nuestra bebé (porque debe ser niña) esté más grandecita. Luego de eso discutiríamos la custodia compartida y fin, seré libre. Pero, en caso de no quedar embarazada o de que en lug
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