Edmundo Méndez es un apuesto viudo de unos cuarenta y ocho años, de 1.75 metros, tez blanca, ojos color verde, nariz respingada, labios finos y abundante cabellera castaña con algunas canas, es juicioso a la hora de ejercitarse, por lo que mantiene su cuerpo en forma. Es un prestigioso arquitecto del bufete de arquitectos más grande de la ciudad. Desde la muerte de su esposa no ha tenido relación seria y formal, de vez en cuando tiene encuentros casuales, sin ningún compromiso. En ocasiones, gustosamente se encarga de guiar y preparar a los nuevos arquitectos del bufete, esta vez estará a cargo de un joven apasionado de veinticinco años, de 1.85 mts., delgado, piel blanca, ojos cafés, nariz romana, labios carnosos, barba y cabello oscuro, quien lleva por nombre Rubén Dos Santos. Desde un principio ambos se llevaban bastante bien, Rubén admiraba y se sentía atraído hacia su mentor, mientras que Edmundo disfrutaba orientar y pasar tiempo con tan entusiasta joven, poco a poco empe
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