20. MI CASA, MI CAMA, MI MUNDO
Capítulo veinte: Mi cama, mi casa y mi mundo—De eso nada —replicó Alonzo de inmediato y Gaby en cambio rezongó. Ya sabía por dónde iban los tejos.—No me pienso mudar a tu apartamento, Alonzo.—No, claro que no.Ella parpadeó al mismo tiempo que apretaba el botón del ascensor.—¿Cómo has dicho?—Estoy buscando una casa en estos momentos. En mi casa no hay suficiente espacio para un bebé. Sí, creo que me voy a quedar —añadió, como si estuviera hablando con otras personas.—¿Alonzo?—Tengo que dejarte, preciosa. Tengo que ocuparme del papeleo.—Alonzo…Con una mirada a su teléfono móvil, comprobó que él ya había dado por finalizada la llamada.Alonzo volvió a llamar al teléfono de Gaby, pero, una vez más, le saltó el buzón de voz. Tocó la pantalla que tenía en el salpicadero del coche para dar por terminada la llamada y salió de la autopista para poder cambiar de dirección y dirigirse al apartamento de Gaby. Si no estaba allí, la buscaría en su despacho. Si tampoco estaba all
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