Al día siguiente, estaba más que decidida en luchar con el sistema de mi mundo porque me daba demasiada rabia todo lo que había escuchado en el consejo, como si no tuviera derecho excepto de casarse y tener hijos. Sin embargo, tampoco tenía muchas pistas acerca del misterioso hombre lobo que iba a hacer mi pretendiente, algo que iba a impedir a cualquier paso porque no estaba dispuesta a esto. Para que tener miedo en estos momentos cuando existen peores cosas que estar muerto o renunciar a tu esencia natural. En mi caso, era todo lo contrario porque así tuviera que enfrentarme a los ángeles, nadie iba a dominar mi loba interior. Sin embargo, antes de salir de mi cuarto, escucho a mis padres discutir un poco. —La única solución para nuestra hija es casarla para que pueda tener un alto puesto en el consejo, porque ahora nuestros hijos tienen que seguir nuestros intereses, porque Alice prefieres que quedemos en la quiebra—fueron las palabras de mi padre en ese momento, pero estaba d
Leer más