Todos entramos al restaurante e inmediatamente ambas familias se presentan. Los mayores hablaban entre ellos, mientras que Kevin y Jason hablaban entre ellos como amigos que eran, en cambio, yo, seguía sin decir una sola palabra. Era muy obvio para mí que está era una cena incómoda.—¿Querida, estás bien?—¿Ah?Todos me miraban de una manera extraña. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no sabía qué había pasado. Siento la mano de Jason bajo la mesa presionando mi pierna y dolía.—Hija, ¿Te encuentras bien?—Sí, abuela. No te preocupes, estaba en mi mundo y perdí el hilo de la conversación. Lo siento.—Bueno, mi niña, eso es algo normal en ti.Tras el comentario de mi abuela, todos se ríen como si no hubiera pasado nada malo. Sin embargo, podía sentir su mirada asesina sin la necesidad de mirarlo.—Si no te sientes bien, podemos volver a casa para que descanses.—No hay necesidad, pero gracias por preocuparte. Nada más me distraje un momento, como ha dicho mi abuela, es algo nor
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