La mujer rubia, sonrió provocativa y traviesa suprimiendo el deseo de besarlo, pero animada de jugar lento con el hombre, a quien lo despojo de su uniforme superior prosiguiendo por la correa del pantalón, permitiéndose el acceso hasta la masculinidad que ansiaba. El primer paso para molestarlo resulto ser el tacto, tocándolo con la punta de los dedos, admiro el tamaño por unos minutos antes de alzar la cabeza y provocarle timidez y sonrojo, de inmediato desvió la vista para ocultar las sensaciones que le había provocado, curvando los labios complacida de su objetivo. Verlo avergonzado a causa de ella. –Desde esta vista te ves tan sabroso. Tanto que incrementa cuando tratas de hacerte el fuerte. Eso me provoca ser mala contigo. Dejo escapar una risita, paso la lengua sobre la punta del miembro erecto del hombre introduciéndolo con lentitud rosando los labios, llegando hasta lo profundo de su boca. Consiguiendo que expulsara un pequeño gemido de placer que no logro contener. Amand
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