Lo sabía, lo había confirmado, lo vio con sus propios ojos, estaba bien, estaba vivo, el parte medico fue claro que no hubo nada de gran importancia, más allá de leves quemaduras que se asemejaban a cuando tocabas una superficie caliente.Se harían unas ampollas, se llenarían de líquido que luego cicatrizarían sin dejar mayor rastro, sin embargo, estaba en observación por si presentaba alguna otra complicación en pulmones, corazón o cerebro, pero algo estaba muy claro, el no moriría.Haber entrado a su habitación había sido mas un impulso que no pudo controlar, fue una imprudencia de su parte, esa parte irracional que vive dentro de nosotros, esa que nos hace actuar.Luego de despertar nuevamente en cama, sola y con el respirador puesto, solo podía pensar en saber de Jonathan, ya poco le importaba lo que la señora Kim Muster le había hecho, luego atendería esa situación, por ahora, Jonathan era lo primero.Así que, aun tambaleándose por las drogas suministradas, camino sin rumbo fijo,
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