-Por favor, suba al escenario la señorita Berlín Austro, ha sido la ganadora de la mejor actriz del año- Alguien hablaba al micrófono -Sus méritos han sido por la flexibilidad de su actuación, por su papel de novia ejemplar en la película de la vida de los hermanos Muster, ha sabido tomar partido y disfrutar de las bondades de ambos, pero ahora se encuentra jugando el nuevo papel de ser la esposa ejemplar y destronar a la actual esposa-Esas exactamente fueron las palabras que se reproducían en loop en la cabeza el hombre mientras Berlín decía mil y una charlatanería, captaba leves sollozos mezclados con las explicaciones, de como fue seducida, de como cayo, y como luego negaba todo, cerraba una ronda de palabras y volvía a empezar de cero, repitiendo desde el inicio.Mientras el permanecía callado, mirándole fijamente, no había expresión alguna que reflejara los sentimientos que si tenía por dentro. Esto era insólito, y que estuviera postrado en la cama con casi nula movilidad lo vo
Su rostro era de incredulidad pura, había podido prever muchos escenarios posibles, pero ninguna idea de las que se hizo estuvo cercana a lo que sucedió, ver como el mejor momento, el que estuvo esperando por mucho tiempo se desmoronaba ante sus ojos. Pensó que estaba tres o cuatro pasos adelante de Berlín, tenia la oportunidad para hacerla sentir humillada, pero todo dio un giro inesperado que la dejo a ella en un mal lugar, su piso le tembló y pidió a la tierra que se la tragara, para terminarla escupiendo fuera de allí. Así, que lo mejor que pudo hacer ante tal agravio fue alejarse de él, la traición le volvía a calar profundamente ante las palabras del hombre frente a ella. ¿Cómo se atrevía a pedirle que se detuviera? ¿Cómo se atrevía a hablarle con esa autoridad? ¿Quién se creía? Nicolae no era quien para si quiera imaginar que ella se dejaría mandar y ordenar de él. Este era su plan, pero ahora él quería cambiar las reglas a su antojo, y si algo ella no estaba dispuesta a ced
La vio quedarse arrecostada a una pared y compro dos sodas de naranja, eran de las favoritas de la pelinegra cuando estaban en la universidad, sus ojos la miraban como la niña indefensa que debía volverse dura como roca, pero que era muy vulnerable.-Mira -Le tendió la bebida – Vamos a la banca de allá atrás – Dijo el pequeño hombre a la fémina.Ann lo miro con fastidio, pero su corazón se calentó ante el gesto, siempre todos estaban dispuestos ayudarle, de una u otra manera también Nicolae la había ayudado.Además, ahora con cabeza más fría, podía darse cuenta del deje de protección que llevaban las palabras del castaño en la habitación, igual su orgullo la mandaba, pero admitiría que sabía que la acción fue mas para evitar que se volviera despiada.Suspiro perdida en sus pensamientos mientras Martin la miraba fijamente.La admirado siempre de lejos, y aunque nunca la vio como una mujer para él, no le gustaba verla triste.- ¿Por qué tan seria cabello azabache? –-Porque siempre he s
Ann abandono el hospital, no hubo voz ni alegatos de Martin que la detuvieran, iba decidida, sabía que tendría poder ahora mismo, no había agarrado su teléfono, pero si había guardado las llaves de su auto en los bolsillos de sus vaqueros.Su mente estaba enfocada, iba segura de que haría en los próximos días, especialmente porque ahora los heriría a ambos de la misma manera.No sabía explicar la sensación de desasosiego que la inundaba mientras se sentaba en el asiento del piloto, encendiendo el automóvil, haciéndolo rugir y quemar llantas contra el asfalto.Siempre buscaba desestresarse de esta manera, aunque el viaje fuera corto, necesitaba la adrenalina, que la alimentara y bañara sus venas, era consciente de lo bien que la hacia sentir, de lo mucho que le gustaba sentirse viva y lo bien que sus piezas iban encajando una a una.Decidió no ir inmediatamente a su destino, deseaba darse la vuelta por su antiguo apartamento, porque se estaba volviendo blanda, suave, y así, nadie la to
Este es un one-shot, no relacionado con la historia principal, aunque si con los mismos personajes. Espero lo disfruten y pasen feliz navidad.Estar sostenida entre dos cuerpos la hacia sentir poderosa, pero continuaba nerviosa de esa decisión, vamos que, aunque lo había pensado mucho, la presencia y dominancia de las personalidades que la acompañaban le nublaban sus ideas.Eran las vísperas de navidad, y había preguntado por cual seria su regalo.-Es sorpresa, pero se que te gustara- Indico Nicolae días previos a la fecha.Esto solo la dejo a la expectativa, haste el dia de hoy, que tal regalo se estaba materializandoJhonathan hablo contra su oido, haciendole que la piel de la nuca se le erizara.- ¿Estas segura? - Pregunto presionando sus labios en su cuello, mientras conectaba su mirada con la de Nicolae.-Ninguno de los dos quiere lastimarte- Confirmo Nicolae con su mirada puesta fijamente en las facciones de la mujerEn respuesta, Ann asintió, sintiendo como las manos de Johnath
Tranquilo y concentrado, viendo toda la escena absorto, Nicolae se encuentra succionando con fuerza el clitoris, se detiene, da lamidas cortas, empuja y ahueca sus dedos y reinicia todo el ciclo cuando vuelve a succionar creando vacio entre sus labios y los tuyos, mientras sus manos vagan libres por el delgado cuerpo de la femina, aprieta la pequeña cintura y hunde su rostro mas profundo.No se ha cansado de su jugueteo, pero quiere verla suplicar su nombre, quiere verla derrotada, con su bella cara angelical post-orgasmica.Su lengua se mueve rápida, errática, alocadamente, pero manteniendo el ritmo constante, Ann la siente áspera, caliente y mas excitante que nunca, su intencion era clara, hacerla correr.Para la fortuna o desgracia de Anastasia, lo esta logrando, ann siente como sus piernas tiembla, su estomago se returce contra sus entrañas, un escalofrio le recorre desde la punta de los pies hasta el ultimo centrimetro de su cabello, el clímax se acerca, y esta tan excitada que a
Lanza su cabeza hacia atras, alejandose, Ann apoya su cabeza en su pecho, tomando un pene en cada una de sus manos mientras jadea, soltando palabras inteligibles. -Detente, detente, por favor, Jonathan, detente- Pide Ann a gritos. El movimiento entre sus piernas se detiene, pero el hombre no se aparta, sigue grabándose su olor en su mente. Un par de dedos calientes alzan el rostro de Ann, buscando su mirada. - ¿Estas lista?- Pregunta. Descansa nuevamente su peso encima de Jonathan, que permanece dando besos distraídos a la suave y caliente piel, caso contrario Nicolae acomoda los mechones sueltos detrás de las orejas perforadas de la mujer. - ¿Por qué me miras así? No estoy haciendo nada que no te guste- -No, no, no he dicho eso- -Eso quería escuchar- Iba a responder, pero un gemido salió de sus pulmones adoloridos. -Jonathan ¡Para! - Gruñe cuando siente nuevamente el arremolinamiento de la lengua en su centro. -Lo siento- Dice saliendo del coño que estaba comiendo previamen
Su piso de soltero no era más que una aparta-estudio pequeño, en un área de estrato alto pero muy privada, esto ultimo era lo que necesitaba, mantener su bajo perfil, poder moverse en las sombrasYa deseaba reincorporarse a la empresa, empezando por el día siguiente, haber dormido más de un día era un lujo, que no debía haberse dado, la ventaja de permanecer anestesiado de su realidad era clara, le permitió sanar las heridas de las quemaduras.-Ya casi no se notan, me siento afortunado-Dijo soltando un suspiro, hablando en voz alta para no sentirse tan soloLos días sin Ann habían hecho un hueco en su vida, odia la soledad, odiaba como lo hacia sentir el eco de sus palabras en la estancia.Se lanzo al polvoriento colon de la habitación buscando conciliar el sueño, el sol había caído cuando el se hallaba planeando todas las estrategias posibles para ir acortando el espacio con su amada.-La comenzare a acosar, la seguiré todos los días, le hare notar mi presencia en su vida, me volveré