La sensación de estar siendo quemado vivo le acompaño en sus pesadillas, y sí que tenía malos sueños, las cosas malas que hacía le pasaban factura de esta forma, nunca había sido un santo, hacia sus tratos sucios y nunca le importó quitar a quien tuviera en medio, solo que esta situación tenia un tinte nuevo, su estorbo era su hermano.La visita de Ann el día anterior lo dejo atribulado, no aprovecho la situación que se le puso en bandeja de plata, solo tenia que tomarla, ¿Pero que había hecho?, lanzarla de la cama con gran ira y fuerza.Se sentía acorralado por todos los lados, Jonathan estaba en su limite de desesperación, no podía contenerse más, sus actos no estaban ayudando a despegar su plan, porque si analizaba bien, había logrado atraer la atención de la pelinegra.¿El problema? Desaprovechó la oportunidad, lastimándola otra vez, en esta oportunidad, físicamente.Se sentó en la cama, allí pudo notar que ya había logrado recuperar la movilidad por completo, pero se sentía aun m
Verla allí, frente a todos lo hacía querer abalanzarse sobre ella y raptarla solo para él, al fin de cuentas había estado colado por la pelinegra desde que la vio, los gestos que la mujer hacía, la forma en como posicionaba la boca cuando estaba pensando que decir a continuación, como agarraba sus manos y como organizaba el mechón rebelde que se ponía en su frente cada que movía la cabeza en un gesto de nerviosismo. No podía más que admirarla, ella no se imaginaba el gran fan que era el de ella, cuando ella lograba sus metas, cuando cerraba un contrato, cuando termino su especialización, cuando abrió su local, cuando fue acumulando sueños alcanzados, su cara de abandono se volvió una de resiliencia.Pero ahora se hallaba mirando el rostro de una mujer diferente, pensó verla rota, recordaba su cara tal cual el día que lo encontró en la cama con Berlín, pero esta no era aquella mujer, era una totalmente diferente.Deseaba convertirla a su anterior yo, este pensamiento hizo detener su
Una cabellera rubia en un cuerpo menudo, delgado y muy bien vestido tironeaba de los cabellos a la otra mujer en el diminuto espacio.Nicolae solo lograba captar los movimientos erráticos, curiosamente y para su sorpresa, no hubo palabras que soltara la recién llegada, solo lanzaba golpes con rabia a la cara de la otra, y aunque no quisiera admitirlo, era divertido.Era como ver la lucha libre, no iba a negar que se veían graciosas, estaba en primera fila viendo el desmadre entre ambas, y aunque estaba preocupado, la situación lo tomo tan fuera de lugar que no podía tomársela con seriedad, especialmente cuando veía como se desenvolvía su ahora esposa.Ann hacia todo lo posible por cubrirse la cara de la afanada mujer que añoraba acertarle un golpe directo al lindo rostro de la pelinegra, veía la frustración en sus ojos y la ira que demostraba moviendo sus brazos con fuerza para zafarse del apretado agarre que Ann ejercía sobre los antebrazos de quien intentaba someterla.Ann, no dejab
-Por favor, suba al escenario la señorita Berlín Austro, ha sido la ganadora de la mejor actriz del año- Alguien hablaba al micrófono -Sus méritos han sido por la flexibilidad de su actuación, por su papel de novia ejemplar en la película de la vida de los hermanos Muster, ha sabido tomar partido y disfrutar de las bondades de ambos, pero ahora se encuentra jugando el nuevo papel de ser la esposa ejemplar y destronar a la actual esposa-Esas exactamente fueron las palabras que se reproducían en loop en la cabeza el hombre mientras Berlín decía mil y una charlatanería, captaba leves sollozos mezclados con las explicaciones, de como fue seducida, de como cayo, y como luego negaba todo, cerraba una ronda de palabras y volvía a empezar de cero, repitiendo desde el inicio.Mientras el permanecía callado, mirándole fijamente, no había expresión alguna que reflejara los sentimientos que si tenía por dentro. Esto era insólito, y que estuviera postrado en la cama con casi nula movilidad lo vo
Su rostro era de incredulidad pura, había podido prever muchos escenarios posibles, pero ninguna idea de las que se hizo estuvo cercana a lo que sucedió, ver como el mejor momento, el que estuvo esperando por mucho tiempo se desmoronaba ante sus ojos. Pensó que estaba tres o cuatro pasos adelante de Berlín, tenia la oportunidad para hacerla sentir humillada, pero todo dio un giro inesperado que la dejo a ella en un mal lugar, su piso le tembló y pidió a la tierra que se la tragara, para terminarla escupiendo fuera de allí. Así, que lo mejor que pudo hacer ante tal agravio fue alejarse de él, la traición le volvía a calar profundamente ante las palabras del hombre frente a ella. ¿Cómo se atrevía a pedirle que se detuviera? ¿Cómo se atrevía a hablarle con esa autoridad? ¿Quién se creía? Nicolae no era quien para si quiera imaginar que ella se dejaría mandar y ordenar de él. Este era su plan, pero ahora él quería cambiar las reglas a su antojo, y si algo ella no estaba dispuesta a ced
La vio quedarse arrecostada a una pared y compro dos sodas de naranja, eran de las favoritas de la pelinegra cuando estaban en la universidad, sus ojos la miraban como la niña indefensa que debía volverse dura como roca, pero que era muy vulnerable.-Mira -Le tendió la bebida – Vamos a la banca de allá atrás – Dijo el pequeño hombre a la fémina.Ann lo miro con fastidio, pero su corazón se calentó ante el gesto, siempre todos estaban dispuestos ayudarle, de una u otra manera también Nicolae la había ayudado.Además, ahora con cabeza más fría, podía darse cuenta del deje de protección que llevaban las palabras del castaño en la habitación, igual su orgullo la mandaba, pero admitiría que sabía que la acción fue mas para evitar que se volviera despiada.Suspiro perdida en sus pensamientos mientras Martin la miraba fijamente.La admirado siempre de lejos, y aunque nunca la vio como una mujer para él, no le gustaba verla triste.- ¿Por qué tan seria cabello azabache? –-Porque siempre he s
Ann abandono el hospital, no hubo voz ni alegatos de Martin que la detuvieran, iba decidida, sabía que tendría poder ahora mismo, no había agarrado su teléfono, pero si había guardado las llaves de su auto en los bolsillos de sus vaqueros.Su mente estaba enfocada, iba segura de que haría en los próximos días, especialmente porque ahora los heriría a ambos de la misma manera.No sabía explicar la sensación de desasosiego que la inundaba mientras se sentaba en el asiento del piloto, encendiendo el automóvil, haciéndolo rugir y quemar llantas contra el asfalto.Siempre buscaba desestresarse de esta manera, aunque el viaje fuera corto, necesitaba la adrenalina, que la alimentara y bañara sus venas, era consciente de lo bien que la hacia sentir, de lo mucho que le gustaba sentirse viva y lo bien que sus piezas iban encajando una a una.Decidió no ir inmediatamente a su destino, deseaba darse la vuelta por su antiguo apartamento, porque se estaba volviendo blanda, suave, y así, nadie la to
Este es un one-shot, no relacionado con la historia principal, aunque si con los mismos personajes. Espero lo disfruten y pasen feliz navidad.Estar sostenida entre dos cuerpos la hacia sentir poderosa, pero continuaba nerviosa de esa decisión, vamos que, aunque lo había pensado mucho, la presencia y dominancia de las personalidades que la acompañaban le nublaban sus ideas.Eran las vísperas de navidad, y había preguntado por cual seria su regalo.-Es sorpresa, pero se que te gustara- Indico Nicolae días previos a la fecha.Esto solo la dejo a la expectativa, haste el dia de hoy, que tal regalo se estaba materializandoJhonathan hablo contra su oido, haciendole que la piel de la nuca se le erizara.- ¿Estas segura? - Pregunto presionando sus labios en su cuello, mientras conectaba su mirada con la de Nicolae.-Ninguno de los dos quiere lastimarte- Confirmo Nicolae con su mirada puesta fijamente en las facciones de la mujerEn respuesta, Ann asintió, sintiendo como las manos de Johnath