Inicio / Mafia / Deseo Prohibido / Capítulo 31 - Capítulo 33
Todos los capítulos de Deseo Prohibido: Capítulo 31 - Capítulo 33
33 chapters
Capítulo 30
Alan estaba sentado frente a mí, con los brazos cruzados y el ceño fruncido, claramente molesto.—¿Por qué diablos le diste nuestra ubicación exacta a ese jodido italiano? —me espetó, rompiendo el silencio que había entre nosotros. Su tono era cortante, casi acusador.Lo miré fijamente, manteniendo la calma que sabía que él no tenía en este momento.—Porque era la única forma de que viniera —respondí, con un tono más frío del que pretendía. —Además, es él quien nos sacará de este lugar, ¿lo has olvidado?Alan negó con la cabeza, su frustración evidente.—Si recuerdo el maldito plan. Pero, ¿y si nos traiciona? ¿Y si le dice a la Bratva dónde estamos? No es como si pudiéramos confiar ciegamente en este hombre. Suspiré, inclinándome hacia delante.—Eso no va a pasar, Alan —dije, firme pero tranquilo. —Recuerda que la Bratva también quiere a Dante muerto. Si llegan a dar con nosotros, no solo acabarán con nosotros, sino también con él. Rizzo no correría el riesgo de perder a su líder. E
Leer más
Capítulo 31
LUCAEl viento helado de Oymyakon rugía con más fuerza cuando salimos de la tienda. La nieve bajo mis botas crujía con cada paso que daba, mientras Iván caminaba a mi lado, en completo silencio. Enzo y Leo iban unos pasos detrás de nosotros, con sus rostros pétreos y miradas calculadoras. Alan nos seguía de cerca, su mandíbula tensa y la desconfianza ardiendo en sus ojos. Sabía que no le gustaba la idea de que nos pusiéramos en manos de la mafia italiana, pero en este punto no había otra opción.El helicóptero seguía en el mismo punto donde aterrizó, con el rotor aún girando lentamente. Los hombres de Vang se mantenían a la distancia, observándonos con atención, listos para actuar si algo se salía de control. A pesar del trato que habíamos hecho, ninguno de nosotros confiaba completamente en el otro.Iván se detuvo junto al helicóptero y giró para mirarme.—No podemos quedarnos aquí más tiempo, tenemos que movernos rápido —dijo con su voz ronca—. No quiero correr riesgos innecesarios
Leer más
Capítulo 32
LUCANos subimos a la camioneta sin más palabras. Iván se sentó en el asiento del copiloto, mientras Leo conducía. Enzo se quedó con Alan y conmigo en la parte trasera, vigilándonos de cerca.El camino fue largo y silencioso. A través de la ventanilla, el bosque pasaba como una mancha oscura e interminable, interrumpida solo por los faros de otros vehículos en la distancia.Finalmente, tras lo que parecieron horas, llegamos a una cabaña en medio del bosque. No era grande, pero estaba bien resguardada y rodeada de árboles altos que bloqueaban la vista desde el aire.Leo estacionó el auto y Enzo abrió la puerta para que bajáramos.—Aquí se quedarán hasta que tengamos todo listo para Italia —anunció Enzo, señalando la entrada—. No salgan, no llamen la atención y no intenten nada estúpido.Alan soltó un bufido, pero entramos sin rechistar.La cabaña estaba bien acondicionada. Había calefacción, una sala con sofás de cuero oscuros y una mesa con comida servida. Pero lo que más me llamó la
Leer más
Escanea el código para leer en la APP