Para Leo, cuidar una pequeña vida requería demasiada energía y tiempo, hecho que vio demostrado cuando se vio imposibilitado de poder lidiar con el llanto de un recién nacido. Luego de que su padre lo ayudara a alimentar a Maggie, este le dijo con seriedad. —Sé que esto es nuevo para ti, pero cuidar un bebé no es solo pasearlo en su carriola. Requiere de mucha atención, ya que es muy pequeño para valerse por sí mismo, así que es importante estar pendiente de sus necesidades. —¡Oh! Entiendo, intentaré prestar atención —respondió Leo bastante desanimado. Jacob notó que su hijo parecía bastante perdido con la situación, así que acomodó a Maggie en su carriola y le explicó con paciencia lo que debía hacer a partir de ese momento. —Como tengo que volver al taller con tu madre, te encargo que si Maggie llora, revises si no está manchado su pañal. Si es así, avísame para que te ayude a cambiárselo, ¿entendido? Esto asustó bastante al joven inexperto, que preguntó ingenuamente. —¿No me p
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