Mi ansiedad me estaba jugando una pésima pasada. Me senté en el hall de entrada a esperar que salieran, pero el tiempo pasaba y nada ocurría.Intenté leer una revista, tomé mi guitarra y empecé a tocarla. Hice todo lo que se me ocurría en el momento para que el tiempo se me pasara lo más rápido posible.Me levanté, fui por mi celular al dormitorio y cuando regresé pude escuchar una pelea. Cosas se rompían, cosas caían.Sabía que Nicholas me había dicho que no me metiera y que lo dejara, pero, ¿y si Nicholas era el que estaba siendo perjudicado? Corrí a la puerta, la cual abrí de forma inmediata.Ahí estaba Ryan con la cara destrozada y un arma en las manos. Apuntando a Nicholas.—Ryan, ¡no, por favor, me iré contigo, pero no dispares! —exclamé, temblando por el miedo de que algo le ocurriera a quien amaba.—Emilia, te dije que no te metieras —dijo Nicholas, poniendo los ojos en blanco. Levanté mis brazos y me acerqué a mi esposo, quien habló—: Baja las manos, Em, esa arma está descarg
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