38. Absolutamente suya
GiaEstar con él, por el momento, ya no era una posibilidad.Pero si, era cierto que a veces olvidaba en presencia de quien estaba.Al principio, su mera cercanía me produjo un repentino escalofrío que recorrió partes de mi cuerpo que si quiera sabía podían ser tan sensibles. Luego, me inmovilizó de pies a cabeza, al menos hasta que me estrelló contra la puerta y me devoró con un beso.Ahogué una exclamación en su boca.Mis huesos crujieron y mis piernas se entumecieron.Apenas y fui capaz de reaccionar. Abrí los ojos, atónita y enfurecida por el contacto. Jamás imaginé experimentar una sensación tan intensa como esa, si quiera en todas esas veces que hacíamos el amor hasta perder el juicio.Esta vez, fue diferente, creí que me desintegraría en aquel contacto.En aquel beso…Creí, por un momento, que podíamos con lo invencible.Pero esa certeza no duró demasiado, no si una parte de mí era plenamente consciente de lo que significaba aquel beso. Carlo no me dejaría ir, no sería capaz de
Leer más