Sebastian Alemania, noviembre de 2001 15 años antes He estado con muchas mujeres desde que fui activo sexualmente. No llevo la cuenta de cuantas ni me importa, ninguna para recordar. La primera fue una experiencia de m****a en el asiento trasero del viejo Mustang de mi padre con una prima de mi vecino; pero sin duda, lo que está pasando ahora mismo en esta habitación, jamás lo olvidaré. Los pechos de Claudia son suaves y pesados, con hermosos pezones rosados y sensibles. Apenas puse mi boca sobre el primero se puso erecto, clamando por mis atenciones. Su piel cremosa y suave es una delicia al paladar, y el sabor es adictivo. He estado entre sus piernas por varios minutos, jugando con ella, llevándola al límite una y otra vez, y la escucho rogar, pero me gusta aquí y no tengo planeado irme todavía. Ella jugó sucio conmigo por meses, me mantuvo en una jodida espera interminable, enlazó mi corazón y me hizo decir las palabras que jamás creí pronunciar. Y fue real, no tuve que mentir. L
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