KeiraMe levanto de la cama y me meto en el baño para darme una ducha y volver a la realidad. Entre estas cuatro paredes, uno puede perderse, y más con un hombre como Decker complaciéndome sin descanso. Tampoco estuve totalmente aislada, le escribí a Jess anoche para pedirle que me echara una mano con Ángel, a pesar de que Pamela estaba atendiéndolo. Ante todo, soy madre, y si mi hijo me llegara a necesitar, iría corriendo a estar con él. Y no, no puedo sentirme mal por dejarlo una noche, me he dedicado a Ángel desde que nació, olvidándome de mí, y creo que no me hace mala madre tomarme este tiempo, y menos cuando está al cuidado de personas competentes y amorosas.Cuando estoy lista para irme, bajo en el ascensor hasta el lobby del edificio y busco la salida. Sebastian puso a disposición un auto para mí, pero insistí en irme por mi cuenta. Prefiero mantener en secreto mi dirección por un tiempo, quiero estar segura del rumbo que tomará todo esto antes de decidir cualquier otra cosa.
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