El cariño que sentía por él no parecía irreal, tampoco un placebo, a diferencia de las veces que busqué solo sentirme cómoda. No sabía cómo sentirme con respecto a él, siendo que nuestra historia era por completo complicada.Conducía y al mismo tiempo tenía su mano sobre mi rodilla, yo apoyé la mía también para sentir su calor.—Gracias por este momento, son cómo vacaciones de este infierno. —sonreí, estaba realmente agradecida por su forma de divertirse a mi lado.Me había secuestrado, robado víveres y hasta un auto, era un completo desastre y un tipo problemático. No podía no quererlo, aunque las cosas que hiciera no fueran del todo correctas.No ansiaba regresar con los otros lobos. La incomodidad era grande. Lo vio en mis ojos mientras trataba de distraerme con el monótono paisaje de la ventanilla.—¿Estás nerviosa? Es como si te estuviera llevando a conocer a mis padres. —Iker sonrió, haciendo una mueca.—Es que después de estar tan relajada… Digo, bueno, no es fácil volver a est
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