La fiesta había terminado casi tres horas atrás por lo que ya eran las siete de la mañana, la mayoría en el palacio aún dormía pues tenían el día libre pero yo no tenía ni una pizca de sueño, lo cual era bastante regular en seres con genética demoníaca, sin embargo, ese no era el por qué de mi insomnio.Mi garganta ardía con fuerza, mis encías picaban y mis colmillos pinchaba mis labios recordándome que tenía una maldita sed que hacía mucho no podía saciar pues, lastimosamente, la sangre servida en mi copa no me apetecía. La que si me quería beber era la del maldito de Lucían y la del alpha que casi me enloquece al ser consciente de que podía escuchar claramente el sonido de su corazón junto al de Lucían pues los dos estaban durmiendo en la misma habitación recordándole a todos que ellos eran bisexuales, sin embargo, sus sangres tampoco me saciarían por muchas ganas qur les tuviera y eso me tenía impotente.—Quita esa cara de culo y sube con ellos— escuché a mi espalda y sonreí de fo
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