—¿Por qué dices eso? —lo miré a los ojos. Decirme que era y sería solo de él me pareció un poco extremo, algo excitante, pero extremo. No podía decirme algo así si ni quiera me conocía. —Porque es la verdad —susurró, dándome besos mojados en mi cuello—Lo averiguarás muy pronto, Nayita. Un ruido de coche me hizo salir de mi encantamiento con Lance. Ese era el coche de Fede si no me equivoco. —Mi hermano llegó—quise levantarme. —¿Y eso que? Cerraste con llave —Lance quería seguir en lo mismo conmigo y, a pesar de que también quería, me sentía extraña con Fede por aquí. —Ya lo sé —me quité de su garre, poniéndome de pie. —Ahora no podrás salir —le dije. —Tu hermano viene con una chica así que... no creo que te ponga mucha mente en este momento. Fruncí el ceño ante lo que dijo. ¿Como sabía? Me acerqué a la puerta y entré abrí un poco. Por las escaleras venía subiendo Fede, era cierto, venia con alguien más. Pasaron de lado de mi puerta y se metieron a su habitación. No la conocía.
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