Mikhail le quitó las llaves de su mano, abrió la puerta y le cedió el paso, una vez dentro pasó la llave a la cerradura encerrándolos en el apartamento, la tomó de la mano y la guió a la habitación. En el dormitorio, la miró a los ojos, luego bajó la mirada hacia sus labios, lentamente descendió sobre su boca y la besó suave y tiernamente. Jelena quiso profundizar su beso, sumergirse en el deseo que le corroía las entrañas, pero Mikhail la tomó por los hombros, separándola. Su mirada reflejaba un mundo de sentimientos que no supo interpretar, lo que la puso muy nerviosa. Trató de lanzarse sobre él, recurrir al deseo, que solo pensara en sexo intenso y apasionado, pero Mikhail la detuvo.―No, Jelena, déjame amarte.Jelena no supo qué contestar, su pecho se apretó ante una miríada de sentimientos que no quiso analizar, bajó sus ojos hacia los botones de su camisa y asintió con la cabeza. Mikhail volvió a sus labios, con besos largos y profundos fue quitando cada una de sus prendas de ve
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